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Toma tus vitaminas espirituales

Por: Mendoza Daniel
Toma tus vitaminas espirituales
Fecha: Lunes, 10 de julio del 2017 ID: 201700000713

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Juan 14:22-26 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho estas cosas estando con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Es sábado a la mañana y vas a cuidar todo el día a Julián, tu vecinito de dos años. Por eso su mamá te da sus instrucciones antes de salir.

—Julián no es de buen comer —te explica—. Cuando le des el almuerzo y la cena, no importa si no se come todo. Tú sírvele una buena comida y déjalo comer lo que quiera. Luego dale estas galletitas caseras.

— ¿Habla en serio? —preguntas sorprendida—. ¿Le doy una galletita dulce aunque no se coma toda la comida?

La mamá de Julián dice que sí. No puedes creerlo. Tu mamá no te da postre hasta no haberte tragado el último bocado en tu plato; y si tratas de darle la comida disimuladamente al perro, tu único postre será una doble porción de verduras.

Piensas qué lindo sería si la mamá de Julián te adoptara.

Al mediodía le sirves a Julián una sopa de pollo con fideos y palillos de zanahoria. Julián toma unas cucharadas de sopa, se come media zanahoria y tira el resto al suelo. Le das una galletita y se la come toda. A la hora de la cena, sucede lo mismo. Unos pocos bocados de verduras, mucha comida al suelo y luego otra galleta entera.

Cuando llega de vuelta la mamá y te está dando un dinerito por tu trabajo, te atreves a decir:

—Señora, no debiera darle a Julián una galleta dulce si no come toda su comida. Comiendo así le faltan vitaminas.

—Eso es lo que come cuando come su galleta —dice sonriendo la señora—. Sus vitaminas diarias están en las galletas.

El Espíritu Santo es como esa mamá sabia. Su ministerio es mantenerte espiritualmente sano dándote vitaminas espirituales. Él toma cariñosamente la verdad que necesitas y te la da en una forma que puedas digerirla.

Por ejemplo: Estás leyendo la Biblia y no entiendes nada. Luego lees un versículo y ¡saz! de pronto algo te resulta claro. Es como si Dios estuviera allí mismo diciendo: “Esto es lo que estas palabras significan para tu vida”. O estás escuchando un CD cristiano y una línea de la letra te impulsa a hacer un cambio que necesitas hacer en tu conducta. O estás en un estudio bíblico, y algo que dice el líder te ayuda a tomar una decisión importante.

Dios sabe cómo asegurarse de que tomes las vitaminas que necesitas para mantenerte espiritualmente fuerte. ¡Y lo hace sin producirte náuseas!

 Por Josh McDowell

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

San Lucas 21:36 (RVR 1960)

Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

Palabras Claves: Josh McDowell Reflexiones

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