Devocionales 2,537 vistos

Devocional: Bajo ninguna obligación

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Bajo ninguna obligación
Fecha: Viernes, 24 de marzo del 2017 ID: 201700000187

Síguenos en Facebook

Rom 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.

¿Por qué tenía que morir nuestro viejo hombre? Nuestro viejo hombre era independiente y desobediente a Dios, así que tenía que morir para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, para que ya no seamos esclavos al pecado (Rom 6:6) La muerte es el fin de una relación, pero no de existencia. El pecado no ha muerto, sigue fuerte y atractivo. Pero cuando tu viejo hombre murió con Cristo en la cruz, tu relación con el pecado se terminó para siempre. Ya no estás en la carne, sino en Cristo (Rom 8:9) Tu viejo hombre (el pecador) y tu antigua naturaleza (caracterizada por el pecado que era inevitable pues estabas separado de Dios) se han ido para siempre porque ya no estás separado de Dios.

¿Significa esto que estás libre de pecado? De ninguna manera. La muerte de tu viejo hombre formalmente terminó con tu relación con el pecado, pero no terminó con la existencia del pecado. El pecado y Satanás siguen todavía y son fuertes y atractivos. Pero debido a la crucifixión del viejo hombre, el poder del pecado sobre ti fue roto (Rom 6:7, 12, 14) Ya no estás bajo ninguna obligación de servir al pecado, de obedecerle o de responder ante él.

Cometes pecado cuando voluntariamente te permites actuar independiente a Dios como el viejo hombre lo hacía obviamente. Cuando funcionas de esta manera, estás violando tu nueva naturaleza y tu nueva identidad. Tales acciones deben ser confesadas y abandonadas.

Aunque el viejo hombre, que eras en Adán, está muerto, todavía tienes que lidiar con la carne. La forma en que aprendiste a vivir tu vida antes de Cristo sigue programada en tu mente. Sabiendo que tu viejo hombre fue crucificado con Cristo hace posible que tú elijas no pecar. Ya no tienes que andar en la carne, ahora puedes andar en el Espíritu. Eres libre.

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Padre, ayúdame a vencer las formas carnales que seguía antes de venir a Ti. Hoy elijo sintonizarme con Tu Espíritu, en el nombre de Jesús, amén.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Salmos 27:1-3 (RVR 1960)

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos,Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.

Palabras Claves: Neil AndersonReflexiones Bajo ninguna obligación

Hola visitante! dejanos tus comentarios


Cargando...