Noticia Cristiana 2,366 vistos

Devocional: El pecado de la preocupación

Por: Mendoza Daniel
Devocional: El pecado de la preocupación
Fecha: Lunes, 11 de diciembre del 2017 ID: 201700001394

Síguenos en Facebook

Mat 6:25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Preocuparse por el futuro es pecar en contra de Dios.

Alguien dijo una vez: “no puedes cambiar el pasado, pero puedes arruinar un presente perfecto y bueno al preocuparte por el futuro” La preocupación arruina el presente, pero más importante para el creyente es reconocer que la preocupación es un pecado. Veamos por qué.

La preocupación significa que estás atacando a Dios. Quizá alguien diga: “la preocupación es un pequeño pecado trivial”, pero eso no es verdad. Más importante de lo que te preocupas, es lo que le haces a Dios. Cuando tú te preocupas, realmente estás diciendo: “Dios sólo no creo que pueda confiar en ti” la preocupación asesta un golpe a la integridad de Dios y al amor por ti.

La preocupación significa que no crees en La Escritura. Puedes decir “yo creo en la infalibilidad de la Escritura, creo en la inspiración plena verbal de cada palabra” y luego vivir tu vida preocupándote. Tú estás diciendo que crees en la Biblia pero luego te preocupas que Dios pueda cumplir lo que dice en ella. La preocupación significa que estás siendo dominado por las circunstancias. Deja que las verdades de la Palabra de Dios, no tus circunstancias, controlen tus pensamientos. Al preocuparte haces a las circunstancias y los problemas de la vida un asunto más grande que tu salvación. Si crees que Dios puede salvarte del infierno eterno, también créele que te puede ayudar en este mundo como Él ha prometido.

La preocupación significa que estás desconfiando de Dios. Si te preocupas, no estás confiando en tu Padre Celestial. Y si no estás confiando en Él, quizá es porque no lo conoces lo suficiente. Estudia la Palabra de Dios para descubrir quién realmente es Él y cómo ha sido fiel al suplir las necesidades de Su pueblo en el pasado. Hacerlo te ayudará a darte confianza para el futuro. Permite que Su Palabra habite ricamente en ti para que no seas vulnerable a las tentaciones de Satanás de la preocupación.

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Isaías 5:27 (RVR 1960)

No habrá entre ellos cansado, ni quien tropiece; ninguno se dormirá, ni le tomará sueño; a ninguno se le desatará el cinto de los lomos, ni se le romperá la correa de sus sandalias.

Palabras Claves: John MacArthur Reflexiones

Hola visitante! dejanos tus comentarios


Cargando...