El miércoles (25), el ministro de Salud de Brasil, Luiz Henrique Mandetta, defendió la apertura de iglesias al respaldar el discurso del presidente Jair Bolsonaro, quien criticó las medidas de aislamiento social contra (Covid-19), el nuevo coronavirus.
En una conferencia de prensa, Mandetta dijo que la economía no debe dejarse de lado en un momento de crisis debido a la epidemia.
Con respecto a la salud, el ministro dijo: “La salud no es una isla, no la vamos a tratar de forma aislada, no solo hay coronavirus.
Otras enfermedades ocurren, las personas tienen necesidades. He recibido un médico que está cerrando un consultorio pediátrico, clínicas de ultrasonido. Declaró el ministro.
El ministro también argumentó que las iglesias deberían mantenerse abiertas para ayudar a las personas necesitadas, pero que no debería haber reuniones y aglomeraciones, y alentó a los pastores a predicar en línea.
“Las iglesias permanecen abiertas, simplemente no se aglomeran. Pero oren, oren. La fe es un elemento para mejorar el alma, el espíritu. Pastores, sacerdotes, predican en televisión, en internet. La gente lo necesita, hacer soporte telefónico”, dijo.
El presidente Jair Bolsonaro, un día después de su pronunciamiento, emitió un decreto que amplía la lista de actividades de servicio consideradas esenciales. En el nuevo decreto, se incluyeron iglesias y templos religiosos para permanecer abiertos, pero sin aglomeración.
