En las redes sociales circulan las imágenes de los libros retirados de las bibliotecas y que han sido quemados públicamente en China.
Ya son cientos de videos que están fuera de control donde se demuestra la intensa persecución religiosa que tiene el Partido Comunista (PCCh) en contra de los cristianos y ciudadanos que se oponen al régimen.
Estas acciones ya circulan en la prensa de todo el mundo y se comparan con los gestos de la campaña nazi cuando en aquel 10 mayo oscuro del año 1933, quemaron un sinnúmero de libros de diferentes autores, que eran tachados como “rebeldes contra el espíritu Alemán” en ese entonces por el régimen de Hitler.
La intensa persecución religiosa impuesta por el en el país, dirigida por el presidente Xi Jinping, demuestra que está lejos de terminar.
Según cuenta un sociólogo reconocido de religión Massimo Introvigne y quien publicó un artículo en el sitio web de la revista Bitter Winter dedicado a abordar la libertad religiosa y los derechos humanos en China, afirmó que se puede repetir lo que en Europa sucedió hace más de ocho décadas.
“En 1933, el Partido Nazi en Alemania lanzó su infame campaña de quema de libros.
Miles de libros considerados “judíos”, “no alemanes” o contra el partido nazi fueron retirados de las bibliotecas y quemados públicamente en plazas.
Aunque el régimen nazi también fue responsable de las peores atrocidades, las imágenes de los libros quemados en 1933 permanecen en la memoria colectiva de Europa, como un recordatorio de que aquellos que comienzan a quemar libros algún día también quemarán humanos en Auschwitz y en otros lugares. Advirtió el sociólogo Introvigne.
Sigue las instrucciones enviadas en octubre de 2019 por el Ministerio de Educación a las bibliotecas escolares de China:
“Se tenían que eliminar y destruir libros que dañen la unidad del país, la soberanía o su territorio; libros que perturban el orden de la sociedad y socavan la estabilidad de la sociedad; los libros que violan las directrices y políticas del Partido [Comunista] empañan o difaman al Partido y a sus líderes.
Al parecer “la historia se repite en China”. Los periódicos del PCCh comentaron que ‘la biblioteca ha limpiado y destruido completamente los libros ilegales, las publicaciones religiosas y especialmente los libros y artículos sesgados’“, relató el sociólogo.
El Partido Comunista trata de mantener el poder limitando las influencias externas y controlando todas las formas de religión, incluida la creciente minoría cristiana.
Según la organización Puertas Abiertas, en China las autoridades comunistas están limitando las libertades religiosa en todas las regiones, en su esfuerzo por controlar la sociedad y permanecer en el poder.
Desde que el Partido Comunista se apropió de las leyes sobre religión, el trato a grupos religiosos y especialmente a los cristianos se ha endurecido en todo el país ya que los cristianos son la mayor fuerza social china no controlada por el Estado.