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Devocional: Consejos prácticos para guardarse de los extremos

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Consejos prácticos para guardarse de los extremos
Fecha: Jueves, 09 de febrero del 2017 ID: 201700000049

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Rom 14:22  ¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo en lo que aprueba.

Tres sugerencias vienen a mi mente cuando pienso acerca de vivir con los riesgos de la gracia y al poner todo esto en una vida equilibrada.

Primero, guárdate de extremos si quieres disfrutar la libertad que la gracia provee. Haz tu mejor esfuerzo para mantenerte equilibrado y disfrútalo. No hay razón por la cual sentirse culpable, no hay razón para sentir miedo. Simplemente date permiso de ser libre. Esto no es para ser libertino ni tampoco para que te estés preocupando por aquellos que buscan espiar tu libertad, para reducirte a esclavitud.

Segundo, trata la gracia como un privilegio no merecido en lugar de un derecho exclusivo. Esto te ayudará a mantener el equilibrio. Vive agradecido, no arrogantemente. Gózate pero no alardees. Todo está en tu actitud ¿no es así? No tiene nada que ver con tu situación financiera o dónde vives o qué ropa prefieres o qué coche manejes. Tiene que ver con tu actitud.

Tercero, recuerda que aunque la gracia vino a ti libremente, le costó al Salvador Su vida. Puede parecer gratis, pero fue terriblemente costoso cuando Él la compró para nosotros. Y ¿quién no quisiera ser libre si fuimos comprados de los horrores de la esclavitud?

La gracia es la buena noticia universal de salvación de Dios. La tragedia es que algunos continúan viviendo en el pantano porque han sido apagados por un mensaje lleno de restricciones, demandas, negativismo y legalismo. Quizá fuiste uno de aquellos detenidos por la esclavitud, víctima de un sistema que te robó el gozo y quitó tu esperanza. Si es así, tengo una noticia maravillosa. La bandera está ondeante y en esa bandera hay una cruz. Y si te acercas a la gracia, debajo de la cruz, nunca tendrás que vivir en ese pantano otra vez.

Serás libre, libre al fin.

Por Charles Swindoll

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

San Juan 3:16 (RVR 1960)

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Palabras Claves: Charles SwindollReflexiones Consejos prácticos para guardarse de los extremos

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