El mundo está cambiando, cada día la humanidad entera se expone a los desafíos de la vida y la muerte. Primero el Covid-19, luego el avispón asesino y ahora “la araña lobo caníbal” que está sufriendo una transformación peligrosa y pone en peligro el ecosistema.
La”Pardosa lapponica” conocida como la araña lobo, es uno de los depredadores más comunes y abundantes del Ártico. Ahora está experimentando una transformación en su dieta y se está volviendo caníbal.
Mientras el Ártico se calienta, los veranos son más largos. Entonces estos cazadores carnívoros aumentan sus tamaños y se reproducen más según estudios de los científicos de la Universidad de Washington difundieron una importante alteración en la araña.
Tras dos años de observación en las tundras de Alaska, los investigadores llegaron a la conclusión de que esta especie está creciendo de tamaño y poniendo casi un tercio más de huevos.
De acuerdo al estudio, publicado en el Journal of animal echology , este cambio se debe al calentamiento global , que hace que los veranos en la zona sean más largos y que se extienda el período que dedican a desarrollar sus crías.
El equipo llevó a cabo un análisis isotópico de la dieta de hembras de arañas lobo de la zona e identificó que las más grandes tenían una alimentación diferente.
La buena noticia es que entre ellas mismas se están empezando a comerse, situación que da aliento a la humanidad, aunque no significa que no vayan a ver más de ellas.
Lo que alerta son esos nuevos hábitos caníbales, específicamente de las hembras, según destacó la investigadora Amanda Koltz ,quien está a cargo del estudio.
“Aunque el canibalismo, probablemente no sea la mejor opción dietética para estas arañas, nuestros estudios de campo y los datos de los experimentos sugieren que cuando hay muchas arañas alrededor, las arañas recurren al canibalismo con más frecuencia”, dijo.
Holtz, añadió que esta nueva práctica tiene que ver con la escasez de recursos que generó el aumento de las crías, que usualmente se alimentan de grillos, polillas y cucarachas.
Cabe destacar que, según la investigación, las arañas que se alimentan de su misma especie no viven tanto como las que llevan una dieta más variada.
