Tras un rechazo de apelaciones, los cristianos Kavian Fallah-Mohammadi, Amin Afshar-Naderi y Hadi Asgari, decidieron abandonar su tierra natal, Irán, porque presentían que las autoridades de su país les llamarían para presentarse en prisión.
Los cristianos fueron condenados por “actuar contra la seguridad nacional al organizar y realizar iglesias en las casas”.
Uno de ellos recibiría más años en prisión, debido a que las autoridades le declararon culpable de blasfemar contra el Islam.
Los tres trabajaron para apelar sus sentencias pero recientemente le rechazaron la apelación y fue cuando decidieron huir.
“Pasaron dos años después de mi arresto en total antes de que me citaron para mi última defensa, cuando hicieron otras acusaciones serias en mi contra, lo que agravó aún más mi caso, luego, finalmente, al año siguiente, me sentenciaron a 10 años de prisión, y la demora en el proceso ejerce una gran presión psicológica sobre ti”, dijo Kavian.
Añadió, “Por supuesto, apelamos el veredicto, pero, finalmente, después de otros tres años, cuando no se llevaron a cabo juicios oficiales, el tribunal de apelaciones aprobó el veredicto, muy extrañamente sin una audiencia cara a cara a la que mi abogado podría haber asistido”.
Los tres cristianos decidieron emprender la fuga con rumbo desconocido. Amín, uno de los que huyó, publicó un mensaje simpatizante.
Antes de la cárcel, había viajado a países extranjeros muchas veces, pero nunca decidí emigrar. Hoy me entristece mucho haberme visto obligado a buscar refugio en otro país, por mucho mejores que sean las condiciones allí”, dijo.
Agregó que “digo con lágrimas que, de acuerdo con las enseñanzas de la Biblia, tratamos de ser buenos ciudadanos en Irán y no actuar contra la ley. Pero el gobierno nos infligió graves heridas con mano de hierro y tanta crueldad”.
“Oramos por los gobernantes, por quienes nos acosaron, insultaron y calumniaron, humillaron y ridiculizaron, torturaron y destruyeron, nos lastimaron a nosotros ya nuestras familias, confiscaron nuestras propiedades. Oramos por ellos y los perdonamos”.
Los otros cristianos sentenciados fueron el Pastor Víctor Bet-Tamraz, y su mujer Shamiram Issavi, a 10 y 5 años de prisión debido a sus actividades relacionadas con la iglesia.
El pastor y su esposa también decidieron huir de Irán tras tres años de espera a que el juzgado desestimara el recurso de apelación.
Sin otra alternativa, el matrimonio huyó y abandonó el país horas antes de que Shamiram fuera llevada a prisión.