George Moushi, perteneciente a la Iglesia de la Alianza en Qamishli, Siria, manifestó que quedarse en su país en medio de la guerra civil, fue una gran demostración de amor hacia Jesús.
El pastor añadió que su ciudad natal terminó siendo blanco de los bombardeos, pero, por la necesidad de ayudar a la comunidad y demostrar su gran amor hacia Jesús, decidió quedarse.
“La gente murió, resultó herida, casas y tiendas destruidas. Cuando los turcos entraron en Siria, hubo mucho miedo. En ese momento, muchas familias tenían miedo de enviar a sus hijos a la escuela”, dijo Moushi.
Debido a las consecuencias provocadas, el pastor comenzó a cuestionarse si su decisión de quedarse fue correcta o no. Expone que oró con su iglesia, pidiendo sabiduría a Dios, para no cometer errores en sus decisiones.
A pesar de la difícil situación por la que estaba pasando el pastor, siempre tuvo presente que todos los peligros a los que se enfrentaban era una prueba de Dios, así lo informó el portal web Gospel Prime.
“Dios no nos dejó”, exclamó el pastor. “Muchas personas aceptaron a Cristo y fueron agregadas a la iglesia. Aunque la guerra fue tan terrible, Dios transformó las cenizas en belleza, mucha gente vino a Cristo”, continuó.
Por tal motivo, muchos miembros decidieron huir del país salvando sus vidas. Sin embargo, el 60% de los miembros de su iglesia eligieron quedarse con el pastor.
“Quería apoyar a ambos grupos, a los que se quedaron y a los que se fueron. Pero para mí, no quería irme si todavía había un miembro de la iglesia en Qamishli”, expresó George.
Actualmente, promete que la Iglesia Alianza continuará ofreciendo apoyo y mostrando el amor de Jesús a la nación devastada por la guerra.
