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Cuatro razones por las que Charles Spurgeon murió pobre

Por: Mendoza Daniel
Cuatro razones por las que Charles Spurgeon murió pobre
Fecha: Lunes, 27 de febrero del 2017 ID: 201700000110

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Charles Spurgeon pudo haber sido uno de los millonarios más ricos de Londres. En lugar de eso, murió pobre.

A diferencia de sus pastores contemporáneos en Londres, Spurgeon no dejó millones de libras a su familia después de su muerte. Susannah contó a un periódico bautista que su esposo solo les dejó £2,000 (Nottingham Evening Post, 13 de marzo, 1892).

Esta cifra es sorprendente comparada a cuánto dinero ganó Spurgeon en realidad. De hecho, uno de los aspectos más ignorados del ministerio de Spurgeon son sus finanzas personales.

Veamos a dónde nos lleva la billetera de Spurgeon.

Las cifras debajo han sido convertidas de Libras Esterlinas (GBP) en los días de Spurgeon a Dólares Americanos (USD) actuales. La inflación ha sido contabilizada usando un índice estandarizado de precios del consumidor. Como referencia general, una libra esterlina (£) equivalía a $117.78 actuales.

Sermones vendidos de 1870 a 1891:
25,000 sermones por semana = $13,767,693.33

Una pequeña muestra de libros vendidos hasta 1885:

El Tesoro de David = $5,225,472
Lecturas Matutinas = $2,116,800
Lecturas Vespertinas = $1,481,760
Discursos a mis Estudiantes, Vol. 1 = $453,600
Discursos a mis Estudiantes, Vol. 2 = $226,800
Commenting on Commentaries [Comentando sobre los comentarios] = $151,200
John Ploughman’s Talk [La charla de John Ploughman] = $2,056,320
John Ploughman’s Pictures [Las imágenes de John Ploughman] = $665,280
Ventas totales de libros y sermones = $26,144,925.33

Recuerden, esta es solo una pequeña parte de las ganancias de toda la vida de Spurgeon. Escribió cerca de 150 libros, publicó una revista mensual, y obtuvo ganancias importantes por invitaciones a predicar al inicio de su ministerio, cuando era más itinerante.

¿Alguna vez te has preguntado cuánto ganaba Spurgeon como salario anual?

Como joven pastor de Waterbeach Chapel, a Spurgeon le pagaban escasamente el equivalente a $5,443 por año, aunque $3,773 se iba en renta (69.3% de su salario):

“Me daban un salario de £45 al año, pero como tenía que pagar 12 [chelines] a la semana por mis dos habitaciones que ocupaba, mi ingreso no era suficiente para sostenerme; pero las personas, a pesar que no tenían dinero, tenían productos, y no creo que hubiera alguien en la congregación que matara un cerdo sin que me diera una porción de él” (Autobiography 1:253).

Después de que Spurgeon aceptó el pastorado de la iglesia New Park Street en 1854, su salario se incrementó dramáticamente debido al dinero recaudado por el cobro de las entradas (una práctica abandonada hace mucho en las iglesias evangélicas).

Tres meses después de mudarse a Londres, Spurgeon ganó suficiente dinero para pagar personalmente por el mantenimiento e iluminación de su iglesia (Autobiography 2:123). Poco después, nunca más cobró un salario.

Entonces, ¿A dónde se fue todo el dinero de Spurgeon? ¿Cuál fue su actitud frente a las finanzas?

1. Spurgeon canalizó el dinero de regreso a su iglesia.

Cuando la iglesia New Park Street no pudo contener más a las multitudes, Spurgeon contribuyó personalmente con £5,000 ($579,421) para la construcción de un nuevo edificio: El Metropolitan Tabernacle [Tabernáculo Metropolitano]. Para complementar ello, en 1859, incluso aceptó una invitación para predicar en la academia de música de ópera en Nueva York por $10,000 (The Brooklyn Daily Eagle, 05 de febrero, 1859).

Para ahorrar dinero, Spurgeon descartó la idea de construir cuatro torres sobre su iglesia, incluidas originalmente en los planos:

“Cuando el Sr. Spurgeon averiguó que cada una probablemente costaría £1,000, pensó que esa cantidad de dinero podría ser gastada de manera más provechosa, y por lo tanto las omitió”. (Autobiography 2:320-21).

Spurgeon no solo contribuyó con dinero para su nuevo edificio, sino que también restauró su primera iglesia. Después de que Waterbeach Chapel se incendió en 1863, envió a su propio arquitecto y cubrió los gastos del nuevo edificio personalmente, que hoy todavía está en pie.

2. Spurgeon donó dinero a ministerios de ayuda social.

Spurgeon fundó sesenta y seis ministerios con el dinero generado de las ventas de sus libros y predicaciones. Estos ministerios incluyeron dos orfanatos, un fondo para libros, recolección de ropa, varios asilos, escuelas dominicales para los ciegos y niños, ministerios para los policías y mujeres de la calle, entre muchos otros más.

Pero estos no fueron emprendimientos baratos.

Construir Pastor’s College costó £15,000 ($1,814,400), “y gran parte fue dado por Spurgeon o donado de sus predicaciones en otras iglesias”. (Dallimore, Spurgeon: A Biography, p. 143). El College también requirió alrededor de £100 ($11,778) por semana para sostenerse, una suma que a menudo Spurgeon asumió personalmente.

Spurgeon cubrió los gastos totales de educación de sus estudiantes en Pastor’s College, muchos de los cuales eran necesitados. Frecuentemente compraba trajes para que sus estudiantes predicaran. (Dallimore, Spurgeon: A Biography, p. 104)

Los asilos también tomaron bastante de la billetera de Spurgeon. El 20 de mayo de 1879, los decanos le dieron a Spurgeon y Susannah una ofrenda de £6,233 ($753,943.68) por su 25º aniversario. Spurgeon donó la mayor parte (£5,000 / $579,421) a los asilos.

Spurgeon levantó £40 anuales ($4,838.40) para el ministerio de vendedores ambulantes, quienes vendían literatura cristiana a los pastores de toda Inglaterra.

Spurgeon también daba espontáneamente a sus amigos y familia. Siempre que descubría que uno de sus familiares estaba batallando financieramente, enviaba dinero. Sus últimas cartas revelan que envió dinero, comida, y regalos a sus padres durante toda su vida.

3. Spurgeon odiaba las deudas.

La mayordomía en las finanzas de Spurgeon se debe en gran parte a un evento ocurrido temprano en su vida. Cuando fue niño, entró a una tienda y se endeudó por un lápiz. Cuando su padre lo descubrió, el pequeño Charles recibió una lección que no olvidaría:

“Cómo llegó a enterarse mi padre de este pequeño negocio, nunca lo sabré, pero algún pajarito se lo debió contar, y prontamente estuvo sobre mí con justa razón. Dios le bendiga por ello; era un hombre sensible… Me dio una poderosa lección sobre el meterse en deudas, y cómo eso era parecido a robar, y sobre la forma en como la gente es arruinada por ello; y como un niño que debía unos centavos, puede un día deber cientos de libras, y acabar prisión, y llevar a su familia a la desgracia. Realmente fue una lección; creo que puedo escucharlo ahora, y puedo sentir mis oídos estremecerse al recordarlo. Entonces, me fui a la tienda, como un desertor marcha hacia las barracas, llorando amargamente por toda la calle” (Autobiography 1:40).

Spurgeon estaba orgulloso de inaugurar el Metropolitan Tabernacle sin deudas en 1861. Aun así, curiosamente, decidió en contra de las donaciones a largo plazo. Tampoco mantuvo donaciones grandes para su universidad para pastores, o cualquier otro ministerio. ¿Por qué?

Porque no confió en el futuro. Luego de que muchos de sus propios diáconos, estudiantes, e incluso su hermano lo traicionaran en la Controversia Downgrade, él dudó en recaudar dinero para futuros líderes. Si sus amigos más cercanos le daban la espalda, ¿cómo podría estar seguro que su sucesor no se apartaría de la ortodoxia teológica?

4. Spurgeon poseía una actitud de mayordomía, no de propietario.

Spurgeon creía que el Dios que lo llamó lo equiparía. Sus finanzas reflejaron una actitud de mayordomía, no de propietario.

“Nuestra confianza es que Dios suplirá todas nuestras necesidades, y siempre lo ha hecho hasta ahora” (Discurso a mis Estudiantes 1:vii).

No se equivoquen. Spurgeon aprovechó todas las ventajas que le daba la tecnología. Un carruaje jalado por cuatro caballos transportaba al predicador al púlpito. Spurgeon comía como un rey, recibía un excelente cuidado de su salud, vacacionaba al sudoeste de Francia, y usualmente viajaba en primera clase.

Un predicador una vez vio a Spurgeon subir a un vagón de primera clase en un tren y alardeó: “Estoy viajando en tercera clase, cuidando el dinero del Señor”.

Spurgeon contestó: “Estoy viajando en primera clase, cuidando del siervo del Señor” (Bob Ross, A Pictorial Biography of C. H. Spurgeon, 70-71).

Bajo los estándares reales, Spurgeon vivió cómodamente. Pero el objetivo de su estilo de vida fue el preservas su decaída salud para el ministerio.

Al irse deteriorando el cuerpo de Spurgeon, su doctor le recomendó mudarse a lugares por encima del smog que se asentaba en la ciudad. Aunque al ver por primera vez la casa al sur de Londres, exclamó: “¡Oh ese lugar es muy espléndido para mí!” Luego “se fue sin tener ninguna expectativa de convertirse en su dueño” (Autobiography 4:51).

Decir que Spurgeon murió pobre no es hacer menos a la pobreza actual de las clases bajas de Londres. Pero comparado a los millones de millones de libras que ganó Spurgeon, el predicador murió relativamente empobrecido. Para llegar a fin de mes, Susannah estaba forzada a vender sus propiedades, muebles, y también la biblioteca personal de su esposo (ahora la Biblioteca Spurgeon).

Unas palabras finales acerca de su riqueza

Jesús dijo una vez: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:21).

Dos años antes de su muerte, Spurgeon ofreció un desafío que es tan real hoy como fue cuando lo pronunció en 1890:

“El oro no es nada sino polvo para un hombre moribundo” (MTP 36:524).

Publicado originalmente en The Spurgeon Center. Traducido por Harold Bayona.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Salmos 119:9 (RVR 1960)

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Palabras Claves: Charles Spurgeon

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