CHINA. – Oficiales y la policía antidisturbios del Condado Zhecheng dirigido por el vicegobernador, junto con policías vestido de civiles, llegaron a la iglesia de Jesús Verdadero en la ciudad de Anping, bajo la jurisdicción de Shangqiu, en el centro de China.
El grupo estaba en 60 vehículos y bloqueó las intersecciones que llevaban a la iglesia. Las autoridades alegaron que la congregación estaba en contacto con países extranjeros, lo que la hacía ilegal y, por lo tanto, debía ser cerrada.
Para impedir que las autoridades invadieran la iglesia, más de 60 creyentes -que vigilan el lugar desde hace más de tres meses- utilizaron bancos para ponerlas como barricada en la entrada. Incapaces de entrar, los oficiales ordenaron que más de 100 policías derribaran la cerca de alambre que protegía el edificio e invadieran el lugar.
“Tan pronto como entraron en la iglesia, rompieron la caja de ofrendas y embolsaron el dinero, que totalizó miles de RMB (Renminbi, moneda oficial de China). Ellos también nos preguntaron dónde manteníamos todo el dinero de nuestra iglesia era mantenido”, dijo un miembro de la congregación.
El creyente añadió que, incapaces de encontrar el dinero, los agentes dijeron a los policías vestidos de civil que removiesen las cámaras de vigilancia dentro de la iglesia y luego atacaran violentamente a los creyentes. Quince personas fueron golpeadas y lanzadas al suelo mientras gemían de dolor.
Violencia
De acuerdo con una testigo, una cristiana de 60 años, al oír a las autoridades instruyendo a los policías a que vandalizaran e invadieran la iglesia, estos intentaron aplastar la cabeza de la mujer contra un carro de la policía. Varios policías la agarraron y la golpearon.
Otra mujer de 50 años corrió para ayudarla, pero también fue violentamente atacada al grado que le rompieron dos costillas. Algunos policías le dieron con una tapa en el rostro a un creyente paralítico de 70 años y luego golpearon brutalmente a otros creyentes, haciéndoles perder la conciencia por más de media hora.
Algunos creyentes y espectadores tomaron fotos y vídeos de la escena. Por miedo de que sus atrocidades fueran expuestas, los policías les confiscaron los aparatos celulares a las personas que estaban en el lugar.
Después de atacar a los creyentes con violencia, la policía cavó un agujero y enterró las biblias e himnos que habían confiscado de la iglesia, incluyendo una gran puerta de hierro, 13 aparatos de aire acondicionado, altavoces, lavadoras, un ordenador, un piano por el valor de 30.000 RMB (alrededor de 4.280 dólares) y otros elementos. La policía se llevó al pastor de la iglesia que fue detenido durante 15 días.
Un residente local reveló que la construcción de la iglesia, cubre un área de más de 40.000 metros cuadrados. Fue construida con fondos recogidos por los creyentes por más de dos millones de RMB (unos 300 mil dólares) y se concluyó en julio de 2018.
Ellos alegan que la acusación del gobierno de que la iglesia estaba en contacto con los países extranjeros era sólo una excusa para convertir a la iglesia en una casa de reposo en el futuro.
Por el momento, las autoridades bloquearon la entrada de la iglesia con tierra. El suelo de hormigón en el patio fue completamente destruido. Los daños por la destrucción de la iglesia todavía no se han contabilizado.