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Devocional: Ataques al pueblo de Dios

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Ataques al pueblo de Dios
Fecha: Jueves, 24 de mayo del 2018 ID: 201700001978

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Efe 6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Ayer vimos cómo ataca Satanás la Palabra de Dios. Hoy veremos cómo ataca al pueblo de Dios. Persecución, presión por colegas, y preocupación son tres armas que emplea con gran efectividad.

La persecución nunca debe tomar por sorpresa a los cristianos porque la Escritura repetidamente nos advierte de que vendrá. Por ejemplo, 2 Tim 3:12 dice “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” Sin embargo tales advertencias son a menudo pasadas por alto en el clima de salud, riqueza y prosperidad del cristianismo contemporáneo.

Como la avaricia perpetuada por tal movimiento continúa su agresión a la virtud cristiana, muchos creyentes profesantes han llegado a esperar una vida sin dolor y sin problemas. Cuando los problemas vienen, los toman por sorpresa y muchas veces se desilusionan con la iglesia o con Dios mismo. Algunos prueban ser falsos creyentes a quienes describió Jesús en su parábola del sembrador, gente que responde al evangelio con gozo, pero se apartan cuando se levanta la aflicción o persecución a causa de la Palabra (Mat 13:21)

Satanás también utiliza la presión de los colegas como un arma efectiva. Mucha gente nunca viene a Cristo por temor a perder a sus amigos o por ser tachado como diferente. Para ellos el costo del discipulado es muy alto. Aún cristianos a veces luchan con la presión de los colegas, comprometiendo los estándares de Dios para evitar ofender a otros.

Otra arma es la preocupación con el mundo. A menudo el lugar más difícil para vivir la vida cristiana está en el lugar más fácil. Por ejemplo, el convertirse en cristiano en América no es una decisión de vida o muerte como lo es en algunas partes del mundo. Algunos que se levantan firmes en contra de la persecución o la presión de los colegas, pueden temblar en un clima de aceptación. Muy seguido ahí es donde el peligro de complacencia espiritual y preocupación con el mundo es mayor.

Para protegerte de tales ataques, recuerda que Dios usa la persecución para hacerte madurar y traer gloria a Sí mismo. También haz una elección consciente cada día para complacer a Dios en lugar de a la gente. Finalmente, evalúa tus prioridades y actividades cuidadosamente. Lucha contra la tendencia de preocuparte con cosas que no están relacionadas con el reino de Dios.

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Salmos 121:1-2 (RVR 1960)

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.

Palabras Claves: John MacArthur Reflexiones Ataques al pueblo de Dios

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