Salmo 106:1b Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.
Una joven ha creado una página web llamada: “Las cosas que deberías haber dicho”.
Es un concepto interesante, ya que permite que las personas compartan las cosas que en algún momento hubieran querido decir, pero por alguna razón no dijeron.
El sitio está llenándose con confesiones, acusaciones, y declaraciones de amor. Algunas expresiones están llenas de dolor, otras de alegría, y otras de pena.
Algunas, como la carta de un joven de 20 años, dicen cosas como: “Abuela, gracias por mostrarme que tener clase no significa ser excéntrico… que tengo derecho a enojarme… que no es fácil mostrar los sentimientos. Por sobre todo, gracias por enseñarme a amar con todo mi ser… porque así es como tú me has amado”.
Al ir leyendo los comentarios, me di cuenta que yo tenía algunas cosas pendientes. En mi vida hay personas especiales a quienes he descuidado. ¿Por qué? Simplemente no lo hice… pensé que un día lo haría… pensé que no era necesario hacerlo porque ellas lo sabían… pensé que…
Quizás a usted le ocurra lo mismo. Si es así, hoy puede ser el momento apropiado para decirle a esa persona especial lo que siente en su corazón.
Y, sin lugar a dudas, hoy es el momento de decirle al Salvador lo que siente por él. Demasiado a menudo nos olvidamos de agradecerle por el gran sacrificio que hizo por nosotros al morir en la cruz para limpiarnos de nuestros pecados.
Pero la crucifixión de Jesús sólo duró unas horas. No nos olvidemos que cada momento de su vida toda lo vivió resistiendo las tentaciones del diablo, cumpliendo los mandamientos al pie de la letra, haciendo todo lo que era necesario para salvarnos.
En otras palabras, Jesús hizo por nosotros lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos.
Gracias a su vida, su obra, su sufrimiento, muerte y resurrección, hoy tenemos la oportunidad de decir: “Gracias, Señor”. ¿No le parece?
ORACIÓN: Señor y Salvador, te pido que envíes tu Santo Espíritu a mi corazón y que quites de él toda ingratitud, para que en todo momento esté agradecido por lo que has hecho y sigues haciendo en mi vida. En tu nombre. Amén.