2 Ped 1:6 al conocimiento dominio propio…
El auto-control demuestra la seguridad de tu salvación.
En los días de Pedro, la palabra traducida para “dominio propio” se usaba para describir a los atletas. Los exitosos se abstenían de actividad sexual y de una dieta no saludable por sus disciplinados ejercicios de entrenamiento. Tú practicas el dominio propio cuando controlas tus deseos y no les permites controlarte a ti.
Quisiera compartir algunos consejos prácticos que me han ayudado en el dominio propio:
1. Comienza con poco. Por ejemplo, comienza por arreglar tu recámara u oficina, luego lleva esta disciplina al resto de tu hogar.
2. Sé puntual. Este es más que un buen consejo, está basado en la Escritura (ve Ecles 8:6, Efe 5:15-16) Aprende a manejar tu tiempo y disciplina tus deseos para que puedas llegar a tiempo a tus citas.
3. Organiza tu vida. Usa una agenda o haz listas diarias de las cosas que necesitas hacer por día. No dejes que las circunstancias controlen tu tiempo.
4. Practica la auto-negación. Periódicamente restríngete de algo que esté bien sólo para recordarte a ti mismo quién manda. A veces cuando quieras un helado de chocolate por ejemplo, tómate un vaso de té helado en su lugar.
5. Haz el trabajo difícil primero. Haciendo esto evitarás que los trabajos difíciles se te vayan como algo no completado.
6. Acepta la corrección. La crítica constructiva te ayudará a ser más disciplinado porque te muestra lo que estás evitando. Reconoce el valor de aquél que te está corrigiendo. Casi siempre es más fácil quedarse callado, pero esa persona, especialmente si ésta es creyente, habló porque quiere lo mejor para ti.
7. Recibe la responsabilidad. Si estás capacitado para una tarea que se presenta, como oportunidades en la iglesia, ocasionalmente sé un voluntario. Esto te motivará a ser disciplinado y organizado.
Algunos puntos en mi lista quizá no parezcan muy espirituales y quizá parezcan tontos. De cualquier manera, he encontrado que el persistir en la disciplina en el plano secular muchas veces te lleva a la disciplina espiritual. Cualquier teología que separa la fe de una conducta práctica es una herejía. El dominio propio es una gran virtud cristiana y una prueba sólida de que la salvación de uno es genuina.
Por John MacArthur
