1 Jn 3:9 Todo aquél que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
Un patrón decreciente de pecado en la vida del creyente significa que su fe es genuina.
Un patrón de vida pecaminoso es incompatible con la salvación. Si puedes continuar en el mismo patrón pecaminoso después de haber sido salvo del pecado, eso significaría que la salvación no ha sido eficaz. Por lo tanto, 1 Juan 3 trata con la obra salvadora de Cristo y revela cuán efectiva es.
El verso 5 dice que Cristo “apareció para quitar nuestros pecados” Si alguien que ha aplicado la obra de Cristo a sí mismo continúa en pecado de la misma forma que antes, ese está negando el propósito por el cual Cristo vino. Él murió para llevarse el patrón de pecado al igual que la penalidad.
Por lo tanto, si verdaderamente eres un creyente, te relacionarás con Dios de una manera totalmente distinta, porque el cristiano “permanece en Él” (v6) Tú ya no eres un esclavo perpetuo al pecado, sino que ahora tienes la opción y la capacidad de hacer el bien (ve Rom 6:14, 17-18) Siempre serás sensible al pecado (Rom 7. 1Jn 1:8-9) sin embargo debido a que Cristo vive en ti, tu lucha disminuirá al paso de los años y el patrón de pecado se volverá cada vez menor en tu vida.
Eso nos lleva a 1 Jn 3:9 el cual es un recordatorio de que los creyentes han nacido de nuevo por el Espíritu Santo. Tu nueva naturaleza o nueva disposición de vida es la “semilla” de la cual habla el verso 9. Igual que la semilla de una planta, cuando es colocada en tierra produce un tipo distinto de vida, la semilla divina produce una vida de justicia en ti que termina con el dominio del pecado. Y esa semilla nunca morirá, 1 Ped 1:23 dice que es “incorruptible”
¿Qué significa todo esto si eres un creyente verdadero? Significa que verás un patrón decreciente de pecado en tu vida porque ahora tienes influencias santas. No significa que el pecado será erradicado, porque tu carne no redimida sigue presente. Significa que entre más practiques la justicia, con los motivos correctos, deseos correctos, palabras correctas y acciones correctas, menos pecarás.
Por John MacArthur
