Miqueas 6:6-8 Dios le pide a la gente justicia, misericordia y humildad
¿Conoces las cosas favoritas de Dios?
En primera fila están sus hijos. Aún entre sus hijos amados, Dios tiene favorecidos. Ellos son los que se han comprometido en convertir las cosas favoritas del Rey en sus favoritas. Como hijo del Rey tú ya tienes la llenura de Su amor. Si puedes aprender lo que Él prefiere, puedes convertirte en favorecido.
¿Qué le agrada al Rey? El profeta Miqueas nos da una pista: “te ha mostrado lo que es bueno, y lo que requiere el Señor de ti, justicia, amar la misericordia y a caminar humildemente con tu Dios”, tres cosas favoritas de Dios son: justicia, misericordia y humildad.
La justicia es una de las cosas más importantes para Dios en la Biblia. La ley Mosaica está llena de provisiones diseñada para garantizar un trato justo y equitativo para toda la gente, especialmente para los débiles en la sociedad que no tienen quien los proteja. Dios es justo y sus favorecidos de entre sus hijos son los que están comprometidos como Él a ser justos con todos.
La misericordia es preciosa porque es algo raro en nuestro mundo. Es mucho más fácil ser juicioso con otros que extender misericordia. El juicio se puede dar a distancia pero la misericordia significa que tenemos que involucrarnos personalmente. La misericordia tiene una cualidad recíproca, si la das te regresará. Jesús dijo: “Benditos son los misericordiosos porque ellos recibirán misericordia” El Rey es misericordioso y Sus favorecidos son misericordiosos también.
La humildad es una llave para entrar en las cámaras íntimas del Rey, Jesús dijo: “Benditos los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos” La humildad es otra palabra para “pobre de espíritu”. Entre más sabemos qué tan necesitados estamos más satisfacción tendremos en el Rey.
¿Quieres ser un favorecido del Rey? Enamórate de la justicia, misericordia y humildad. ¡Las cosas favoritas de Dios!
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, quiero hacer Tus cosas favoritas, como mías. Ayúdame a ser justo, mostrar misericordia y a caminar humildemente contigo.
