Juan 15:8 en esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
¿Cómo puedes saber si estás siendo guiado por el Espíritu o por la carne? Muy simple, mira tu comportamiento. Si respondes ante una dada situación ejercitando el amor, el gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, estás siguiendo la guía del Espíritu (Gál 5:22-23), si tus reacciones y respuestas reflejan las obras de la carne enumeradas en Gál 5:19-21, estás siguiendo a la carne.
¿Qué hacer cuando descubres que no estás caminando en el Espíritu? Reconócelo como lo que es. Has escogido consciente o inconscientemente vivir independiente a Dios al caminar de acuerdo a la carne. Caminar en el Espíritu es una experiencia de momento a momento, día tras día. Reconoce tu pecado ante Dios, busca perdón de cualquiera que hayas ofendido, recibe el perdón y sé lleno del Espíritu.
Aquí hay un par de cosas que puedes considerar cuando enfrentas el enmendar errores carnales.
Primero, el alcance de tu confesión sólo debe ser tan amplio como tu ofensa. Si arremetiste contra un pariente con palabras amargas, necesitas sólo confesar a Dios y a ese pariente. Si has tenido pensamientos lujuriosos u orgullosos sin ninguna actitud abierta o comportamiento ofensivo, necesitas solamente confesarlo a Dios. La confesión significa estar ponerte de acuerdo con Dios. Cuando tú reconoces una respuesta carnal interna, inmediatamente reconócela en tu mente. Así es, sólo ponte de acuerdo con Dios y camina en la luz.
Segundo, el proceso de restaurar una relación a través de la confesión y el perdón es un paso de crecimiento espiritual. Tu papel como cónyuge, padre, amigo, compañero de trabajo, o hermano en Cristo, es ser ejemplo de crecimiento no de perfección. Si estás tratando de mantener un frente de perfección cristiana con el fin de poder alentar a los santos y ganar pecadores, olvídalo, nunca sucederá. Pero cuando reconoces abiertamente y pides perdón por tus actitudes carnales, serás ejemplo del tipo de crecimiento espiritual que tocará a santos y pecadores por igual.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, a veces camino de acuerdo a la carne, lléname de Tu Espíritu Santo para que el fruto del Espíritu sea evidente en mi vida hoy, en el nombre de Jesús, amén.