Salmos 125:1 Los que confían en el Señor son semejantes al monte Sión, que jamás se mueve, que siempre está en su lugar.
Dicen que la alegría de los deshonestos dura poco. Pero, ¿será que es siempre así? Muchos de ellos llevan una vida muy buena, y no siempre es verdad que son castigados por las cosas deshonestas que hacen.
En muchos lugares, lamentablemente, existe un sentimiento de impunidad que hace que muchas personas piensen que vale la pena ser deshonesto. Sin embargo, las apariencias engañan. Por más que la vida de los deshonestos sea aparentemente buena, el final de su historia no será feliz. En la Palabra de Dios tenemos varios relatos sobre esto.
Seguramente tú quieres un final feliz para la historia de tu vida, ¿no es cierto? La única manera de que eso suceda es confiando en que Jesucristo murió por ti en la cruz, pagando así el precio por la culpa de todos tus pecados. Confía en él, y tu vida tendrá un final eterno junto a Dios en el cielo.
ORACIÓN: Aumenta Señor, mi fe. No permitas que las tentaciones materiales me alejen de ti. Ayúdame a tener una historia de vida feliz y eterna. Amén.