Mateo 2:22 Cuando [José] supo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá, pero en sueños fue advertido y se dirigió a la región de Galilea.
En esta época del año solemos pensar en cambios, ya sea lo que queremos cambiar en nuestra vida, o los cambios que puedan sobrevenirnos en el nuevo año, queramos o no. También pensamos en las decisiones que tendremos que tomar, sean sobre trabajo, estudios, finanzas o salud. Y a menudo nos preguntamos: ¿es esto lo que debo hacer? ¿Qué quiere Dios para mí y mi familia?
José también se hizo esas preguntas. Primero tuvo que decidir qué hacer con su prometida, quien estaba embarazada pero no de él. Dios aclaró su pregunta enviándole un ángel en un sueño.
Luego vino el censo, y José y María tuvieron que decidir si debían viajar en el último mes del embarazo. ¡No debe haber sido nada fácil! Sin embargo, pareciera que Dios los dejó decidir guiados sólo por la razón y su Palabra (el pasaje de Miqueas 5, donde dice que el Mesías habría de nacer en Belén, pudo haber estado en sus mentes).
Otra vez Dios envió un ángel para que guiara a José, cuando la vida de Jesús estaba en peligro por causa de un rey malvado; pero cuando llegó el tiempo de regresar de Egipto, José tuvo que decidir a dónde volver. ¿A Belén, o a otro lugar? Una vez más, José confió en la sabiduría humana, que más tarde Dios confirmó en un sueño.
Sería lindo si Dios nos enviara un ángel cuando enfrentamos una decisión difícil. Sin embargo, la mayoría de las veces deja que elijamos luego de pensar bien, orar y seguir la guía de la Biblia. Si tienes que tomar una decisión importante, ¡no tengas miedo! Pídele al Señor que te guíe y confía en él. Si Dios el Padre estuvo dispuesto a guiar a quienes cuidaban a su propio Hijo, también te guiará a ti si se lo pides.
ORACIÓN: Querido Señor, dame sabiduría y guíame hacia las decisiones que tú quieres que tome. Amén.