Deut 32:17-18 Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses que no habían conocido, a nuevos dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres. De la Roca que te creó te olvidaste; te has olvidado de Dios tu creador.
El movimiento de la Nueva Era cubre el ocultismo bajo la descripción de la iluminación de la Nueva Era: “tú no necesitas a Dios, tú eres Dios, no necesitas arrepentirte de tus pecados y depender de Dios para salvarte. El pecado no es un problema, sólo necesitas apagar tu mente y sintonizarte en la gran unidad cósmica a través de la convergencia armónica” El tono de la Nueva Era es la mentira más vieja de Satanás: “seréis como Dios” (Gen 3:5)
Esta sed de conocimiento y poder ha atraído a la humanidad caída a buscar guía de médiums y espiritistas y de tales prácticas ocultistas como la cartomancia, cartas del tarot, lectura de la palma, tablas ouija, astrología, encantamientos, escritura automática, etc. La gente que nos rodea está ignorando al Dios que los ama y quiere guiar sus vidas y en su lugar, están buscando luz y paz en el reino de las tinieblas. La paz solamente se puede encontrar en el Príncipe de Paz, no en el príncipe de las tinieblas.
No te dejes llevar por la perspectiva del conocimiento y poder que está atrayendo a tanta gente en nuestra cultura hoy lejos de Dios. Personas como los devotos de Simón en Hechos 8:9 continuarán asombrándose por aquellos que practican la brujería de la Nueva Era. Otros, como los clientes de la esclava poseída por el demonio en Hechos 16:16-18, contribuirán a las ganancias de aquellos que ejercen un espíritu de adivinación.
Como en estos ejemplos de la iglesia primitiva, aquellos que buscan el conocimiento y poder en el lado oscuro, interferirán grandemente con la obra de Dios, engañando a muchos por las fuerzas falsas que emplean. Otras personas anhelarán el poder a tal punto que sacrificarán a los demonios (Lev 17:7) y aún sacrificarán a sus propios hijos a los demonios (Salmo 106:36-38)
Dejemos que las palabras de Deuteronomio 32:17-18 nos abran los ojos ante la realidad de que aún los creyentes son vulnerables a ser atraídos a ser apartados del conocimiento y poder de Dios, por nuestro enemigo.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, me reúso a participar de los poderes de las tinieblas, Tú eres mi vida y la luz de mi mundo, en Cristo Jesús, amén.
