Salmo 46:10 |¡Alto! ¡Reconozcan que yo soy Dios! ¡Las naciones me exaltan! ¡La tierra me enaltece!
Los eventos de las dos guerras mundiales fueron los más sorprendentes de todo el siglo veinte, conocido como “el siglo de la violencia”. Tales guerras involucraron a casi todos los países del mundo. Millones de personas, entre civiles y militares, murieron en esas guerras, a las cuales otras guerras subsiguientes dieron continuidad a la brutalidad humana.
El mensaje de Dios con relación a esto sigue siendo el mismo: “¡Alto! ¡Reconozcan que yo soy Dios! ¡Las naciones me exaltan! ¡La tierra me enaltece!”. Y, por su parte, Jesús dice: “- Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. - La paz les dejo, mi paz les doy; yo no la doy como el mundo la da. No dejen que su corazón se turbe y tenga miedo.” Esa paz está disponible para todos, y es eterna.
ORACIÓN: Querido Dios, que tu paz reine en los corazones humanos. En el nombre de Jesús. Amén.