1Pe 5:9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
No puedo aceptar que alguien diga: “el diablo me hizo hacerlo” No, él no te hizo hacer nada, tú lo hiciste. En algún momento de tu vida decidiste darle al diablo algo de dónde tomarse. Él simplemente tomó ventaja de la oportunidad que tú le diste. Tú tienes todos los recursos y protección que necesitas para vivir una vida victoriosa en Cristo cada día. Si no la estás viviendo, es tu decisión. Cuando dejas una puerta abierta para el diablo al no resistir una tentación, acusación o engaño, eres vulnerable. Y si continúas dándole acceso a tu vida puede ganar cierto control sobre ti. No perderás tu salvación, pero perderás tu victoria diaria.
Muchos cristianos hoy en día que no pueden controlar sus vidas en alguna área se hunden en el sentimiento de culpa en lugar de actuar responsablemente para resolver el problema. Ellos se reprenden y castigan a sí mismos por no tener voluntad para romper un mal hábito, cuando en lugar de ello deberían estar resistiendo a Satanás en el área donde obviamente ha tomado el control. Cualquier cosa mala que aparentemente no puedes dejar de hacer o cualquier cosa buena que no puedes lograr hacer, puede ser un área de control demoníaco.
La protección de Dios del ataque demoníaco no es algo que debes dar por sentado independientemente de cómo te sientas. Esta protección está condicionada a tu disposición de responder a la provisión de Dios. Se nos ha dicho que nos vistamos del Señor Jesucristo y no proveamos para los deseos de la carne (Rom 13:14) que nos pongamos la armadura de Dios para poder estar firmes (Efe 6:11), someternos a Dios y resistir al diablo (Sant 4:7) Si nosotros irresponsablemente ignoramos los recursos de Dios al no obedecer estos mandatos, ¿cómo podemos esperar que Él nos proteja?
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Gracias Señor por la clara dirección y armas poderosas que nos das para tener la victoria en la guerra espiritual.