Devocionales 1,478 vistos

Devocional: El Señor que provee

Por: Mendoza Daniel
Devocional: El Señor que provee
Fecha: Sábado, 30 de diciembre del 2017 ID: 201700001502

Síguenos en Facebook

Gen 22:13-14  Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.

Cuando Dios provee para un creyente, Él está siendo fiel a Su nombre.

El Antiguo Testamento le da a Dios muchos nombres, pero uno de los más hermosos es Jehová-Jireh, traducido en el verso 14 del pasaje de hoy como Jehová proveerá. Es tanto una característica de Dios como su nombre. Nunca cuestionaríamos que Dios es amor y grande y poderoso y santo y justo y bueno.

Pero algunos cuestionan si Dios provee. Ellos dudan y temen que Dios no va a suplir sus necesidades. Eso es exactamente lo que el Señor habla en Mateo 6:25-34 cuando dice, en resumen, “no te preocupes de lo que vas a comer, beber o vestir” El Señor es todavía Jehová Jireh. Ese es Su nombre y es sinónimo de uno de Sus atributos.

Dios es un Dios que provee y es por ello que David dijo: “Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25) El mundo excava y rasguña para asegurarse de tener lo suficiente. A diferencia del mundo, tu Padre conoce tus necesidades y Él siempre te dará lo que necesitas. 

No necesitas poseerlo todo y no tienes que tener el control sobre todo para satisfacer tus necesidades. Puedes recibir lo que Dios te da para invertir en Su reino eterno y deshazte de toda ansiedad con respecto a tus necesidades. Adora a Dios con tu vida y descansa seguro en Su promesa de que Él te proveerá. 

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

San Juan 8:34-36 (RVR 1960)

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Palabras Claves: John MacArthur Reflexiones

Hola visitante! dejanos tus comentarios


Cargando...