Jeremías 15:16 Señor, Dios de los ejércitos, cuando hallé tus palabras, literalmente las devoré; tus palabras son el gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre ha sido invocado sobre mí.
¿Qué te haría feliz en este momento? ¿Qué se cumpliera un deseo o anhelo largamente esperado? De seguro que el deseo realizado te dejaría feliz por un tiempo. Pero, lamentablemente, nuestra vida no está hecha solamente de deseos realizados. ¿Te has dado cuenta que cuando todo va bien, tenemos una tendencia a olvidarnos de Dios, pero cuando las cosas no van bien nos acordamos de Dios y muchas veces le exigimos una acción inmediata para librarnos del problema?
Ante las dificultades, con facilidad nos entristecemos y lamentamos nuestra mala suerte. Pero sonríe, Jesús te ama. Él fue enviado para cumplir la promesa que Dios había hecho a su pueblo de enviar al mundo al Mesías que habría de salvarnos, aquél que moriría por nosotros en la cruz. Por lo tanto, deja que tu corazón se llene de alegría, pues Dios cumple su Palabra. Él promete estar siempre a tu lado, y afirma que todo coopera para el bien de quienes aman a Dios.
ORACIÓN: Querido Dios, enséñame a aprovechar todas las oportunidades para conocerte cada vez más, pues sé que sólo así podré vivir feliz a pesar de las circunstancias de la vida. Amén.