2 Ped 1:6…al dominio propio paciencia, a la paciencia, piedad
La piedad y la paciencia son evidencias de la salvación.
El comentarista Michael Green tiene esto que decir sobre el creyente que muestra perseverancia bíblica: “el cristiano maduro no se da por vencido, su cristianismo es como una estrella que constantemente brilla en lugar de un brillo efímero o un rápido eclipse de un meteoro” La palabra griega traducida como “paciencia” (hupomone) se refiere a la resistencia consistente en la justicia y fidelidad en resistir la tentación.
El significado exacto de hupomone es un tanto difícil de precisar. No hay un equivalente exacto en español y no es común en el griego clásico, pero la Biblia muchas veces la usa en referencia a los problemas que no son bien recibidos en la vida y producen una inconveniencia y daño. Esta palabra incluye la idea de muerte, como en los escritos judíos donde hupomone habla de una energía espiritual que permite a la gente morir por su fe en Dios.
A pesar de sus asociaciones escriturales con dificultades dolorosas y muerte, hupomone tiene un significado positivo. Notas de William Barclay dicen: “hupomone no simplemente acepta y aguanta, siempre hay una mirada hacia adelante en ella, se dice de Jesús que “por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio” (Heb 12:2) Eso es hupomone, firmeza cristiana. Es la aceptación valerosa de todo lo que la vida nos puede hacer y el soportar aún el peor evento como un paso más hacia adelante en nuestro camino”.
La piedad está en el corazón de la perseverancia escritural. El griego para “piedad” es eusebeia y denota un conocimiento práctico de Dios en todos los ámbitos de la vida, una conciencia de Dios. La palabra puede ser traducida también como “verdadera religión” o “verdadera adoración” Le da a Dios el lugar que le corresponde al adorarlo correctamente, algo que no se hace muy seguido en la iglesia contemporánea. La adoración genuina pública es mucho más que “programas relevantes, nuevos rituales o música pegajosa” ésta contiene mucha más reverencia a Dios.
Si eres un verdadero cristiano, también venerarás a Dios en tu vida devocional y perseverarás en Su voluntad diariamente. Te regocijarás y estarás consciente de Dios en cada detalle de la vida.
Por John MacArthur
