Lucas 12:7 Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
Rick Norsigian, de Fresno, California, es un hombre bendecido y rico.
Resulta que años atrás, Rick fue a un mercado al aire libre con la intención de comprar una silla de barbero pero, en vez de comprar la silla, terminó comprando unas cajas con placas fotográficas muy antiguas.
Rick guardó las cajas por varios años, hasta que descubrió que eran los negativos de fotos tomadas por Ansel Adams… algunos de los pocos que se salvaron del incendio que quemó el estudio de este famoso fotógrafo.
En definitiva, las placas fotográficas por las que Rick pagó $45 dólares, en la actualidad valen alrededor de $200 millones de dólares.
Si se está preguntando como muchos de nosotros: “¿Por qué no me sucede algo así a mí?”, y si usted es un creyente en Jesucristo, le aseguro que eso ya le ha ocurrido.
Cuando otras personas nos miran, es posible que no vean en nosotros más que una persona común y corriente. Pero cuando el Señor nos mira, él ve algo muy diferente.
El ve un alma tan valiosa, que estuvo dispuesto a sacrificar a su Hijo único para darnos salvación.
¿Cuánto vale usted para el Señor? Bueno, usted vale más que muchos gorriones… usted incluso vale la vida, sufrimiento, crucifixión y resurrección del Hijo de Dios.
Esa es una clase de valor que no se puede depositar en el banco, y tampoco va a figurar en la portada de una revista famosa, pero tiene valor. Gracias a que Jesús se sacrificó a sí mismo, usted ha sido perdonado y redimido, y ha recibido la promesa de la vida eterna en el cielo junto a Dios.
Para abreviar, usted es más bendecido y por mucho más rico que Rick Norsigian… a menos que Rick también sea un creyente.
ORACIÓN: Señor Jesús, te doy gracias porque aunque el mundo no piense mucho de mí, tú me amaste lo suficiente como para ofrecer tu vida como rescate por mi salvación. Ayúdame a estar siempre agradecido por el sacrificio que tú hiciste por mí. En tu nombre. Amén.