Mat 16:24…Si alguno quiere venir en pos de mí,…sígame.
Buscar tener la victoria por medio de nuestro propio esfuerzo es una lucha infructuosa. El “Yo” nunca echará fuera a mi yo, porque un “yo” independiente motivado por la carne todavía quiere ser Dios. Debemos seguir a Cristo siendo guiados por el Espíritu Santo por el camino a la muerte del “gobernador yo”. Como Pablo escribió: “porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal” (2 Cor 4:11)
Este puede sonar como un triste camino para andar, pero te aseguro que no es así. Es una tremenda experiencia el ser conocido por el Pastor y seguirle como una oveja dependiente y obediente (Juan 10:27) El hecho de que seamos guiados por el Espíritu de Dios, aun cuando resulte en la muerte de nuestro “yo”, es una seguridad de que somos hijos (Rom 8:14) No estamos diseñados para funcionar independientemente de Dios. Sólo cuando somos dependientes de Dios y estamos decididos a seguir a Cristo somos completos y libres para probar la voluntad de Dios buena, agradable y perfecta (Rom 12:2)
El gobierno del “yo” es motivado por el interés propio y apoyado sólo por recursos centrados en el “yo”. Cuando llegamos al final de nuestros recursos, descubrimos los recursos de Dios. Dios nos permitirá hacer lo nuestro y pacientemente esperará hasta que el interés propio y el gobierno del “yo” nos dejen en bancarrota espiritual y emocional.
Podemos volvernos a Dios en cualquier momento que nos cansemos de tratar de dirigir nuestra vida independiente a Él. Él no se impone a nosotros, Él simplemente dice, si alguno desea venir a mí… dejadle venir a mí. ¿Estás dispuesto a que tu “yo” ya no gobierne y seguirle a Él?
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Amoroso Pastor, deseo Tu voluntad para mi vida, y me propongo hoy seguirte en obediencia y dependencia, en Cristo Jesús, amén.