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Devocional: Un testimonio real

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Un testimonio real
Fecha: Miércoles, 30 de septiembre del 2020 ID: 202000000113

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Mateo 5:16 Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. 

Rebecca Pomroy era una enfermera que ayudó a Abraham Lincoln y su familia cuando sus hijos Tad y Willie estaban enfermos.

Una noche en que Lincoln decidió escapar de las preocupaciones del país, le propuso a la Sra. Pomroy ir al teatro con él. Ella, muy educadamente, declinó la invitación. Luego de algún tiempo, él la invitó por segunda vez, a lo que ella igualmente se rehusó. Una tercera vez Lincoln le solicitó que lo acompañara, pero esta vez agregó: “Sra. Pomroy, se considera un honor el sentarse en el palco presidencial; me gustaría preguntarle: ¿porque se ha rehusado?”

Esta vez, la Sra. Pomroy respondió: “Sr. Presidente, soy cristiana, y cuando me convertí le prometí a mi Señor que iría solamente a lugares donde podría llevarlo a Él conmigo o pedir su bendición. En un teatro no puedo hacer eso, por ello no voy”.

Lincoln nunca volvió a invitarla al teatro.

Según otros testigos, está registrado que con frecuencia, cuando iban a visitar un hospital, Lincoln le decía a su cochero: “Vaya despacio”, y luego le decía a la Sra. Pomroy: “Cuénteme más acerca del Cristo a quien usted sirve”.

Yo creo que aquí hay una lección.

Tal como Jesús había indicado, la Sra. Pomroy había dejado brillar su luz frente a un Presidente, y este vio las buenas acciones de ella. Acciones que son un ejemplo a ser repetido una y otra vez.

Los pastores deben predicar sermones buenos y espiritualmente sólidos. Pero la gente en nuestra congregación, con sus acciones, predica el primer sermón que el que no es cristiano escucha… o no.

Necesitamos recordar que hacemos lo que hacemos para que el Espíritu Santo pueda usarnos para tocar a otros… para que nos digan: “Dígame más acerca del Cristo a quien usted sirve”.

Dios, concédenos que nuestra luz brille de tal forma que los demás puedan ver al Salvador.

ORACIÓN: Señor Jesús, te doy gracias por todo lo que has hecho por mí. Ayúdame a glorificarte con mi vida. En tu nombre lo pido. Amén.

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Efesios 3:20-21 (RVR 1960)

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Palabras Claves: ReflexionesUn testimonio real

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