Jeremías 31:31-34 Dios anuncia un nuevo pacto que escribirá en los corazones de la gente. Todos ellos, desde el menor hasta el mayor Lo conocerán.
La única manera de tener acceso a las cosas del reino de Dios es a través de la relación con el Rey.
No puedes tener acceso a algo que no posees.
Hay muchos pretenciosos, “aspirantes” espirituales que tratan de abrirse camino hacia la habitación del trono del Rey. En lugar de aprender los protocolos de la corte, ellos tratan de meterse a como dé lugar. En el exterior pueden parecer “espirituales”, pero en el interior no hay nada. Ellos son como los fariseos que Jesús describió como sepulcros blanqueados, por fuera hermosos y justos pero por dentro llenos de huesos muertos e hipocresía.
Pablo describe a este tipo de personas como “teniendo una forma de justicia pero negando su poder”. Después de todo, no puedes ejercitar el poder del Rey a menos que conozcas al Rey. En Hechos 19 siete hijos de Esceva, un sacerdote judío, trataron de exorcizar a un demonio usando fe de segunda mano, diciéndole al demonio “en el nombre de Jesús el que predica Pablo”. El demonio contestó, “a Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros ¿quiénes sois?” entonces el demonio los atacó, los hirió y los persiguió. Estos hombres no conocían realmente a Jesús, todo lo que querían hacer era tener reputación como exorcistas profesionales.
El acceso a todos los recursos del reino de Dios está disponible a todos los que caminan con Él en una relación de amor constante. Jesús les dijo a sus discípulos que recibirían poder cuando el Espíritu Santo viniera sobre ellos. El Espíritu Santo es la “garantía” de Dios, Su estampa de pertenencia sobre nosotros. La presencia del Espíritu en nuestras vidas prueba que tenemos una relación con él y garantiza que todas las promesas de Dios se cumplirán.
En Jeremías 31, Dios promete un nuevo pacto en el que Su gente se identificará: “pero este pacto que haré con la casa de Israel… Yo pondré mi ley en sus mentes y escribiré en sus corazones, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo… ellos me conocerán, desde el más pequeño hasta el más grande”. El pacto da una expresión formal de una relación existente y que se impregna con una autoridad legal. Podemos hablar en Su nombre, ejercitar Su autoridad y apropiarnos Su poder y Sus regalos mientras hacemos Su voluntad.
Como hijo del Rey tú ya tienes un pacto con Él. Tu relación con Él te da acceso a todo lo que Él es. Pero hay una cláusula, todo lo que hagas debe ser para Su gloria y no para la tuya. Aprovéchate de tus derechos reales. Usa los recursos del Rey para ayudarte a convertirte en todo lo que el Rey desea para ti. ¡Sé todo lo que puedas ser!
Por Tommy Tenney
ORACION
Padre, gracias por la relación que me da acceso a ti. Ayúdame a usar sabiamente tus recursos para convertirme en todo lo que pueda ser, de acuerdo a tu propósito y plan.