Salmos 23:1 El Señor es mi pastor; nada me falta.
En toda parte, la crisis económica esta atormentando a las personas. En medio a tantas dificultades, nada más oportuno que leer las palabras del rey David: “El Señor es mi pastor; nada me falta.”(Salmos 23:1) Estas no son palabras de un perezoso que tira toda la responsabilidad sobre Dios, sino de alguien que cree que Dios no dejará de cumplir sus promesas.
De una u otra manera habrá de continuar hasta alcanzar la victoria final. Si Dios es nuestro pastor, podemos continuar aun cuando las nieblas cubran completamente nuestra visión. Es mejor confiar en el Señor. Nuestra vida está en sus manos. Si él nos amó tanto que providenció la salvación para nosotros, por medio de la muerte de Cristo, con certeza también permitirá que las pequeñas cosas diarias no nos falten.
ORACIÓN: Señor, líbranos de las preocupaciones enfermizas con respecto a las finanzas, y que yo pueda tener la certeza que tu bendecirás mi trabajo. Amén.