Una estatua de la deidad pagana Moloc, a la que se sacrificaron niños en el mundo antiguo, ahora se exhibe en la entrada del Coliseo en Roma, que ha sido designado como un sitio histórico importante para los cristianos debido a los mártires que murieron allí causa de su fe en Jesús en el siglo I d.C.
La estatua de Moloc afuera del Coliseo fue anunciada como una “celebración de la cultura y el arte cartaginés”.
“Una reconstrucción de la terrible deidad Moloc, vinculada a las religiones fenicia y cartaginesa y presentada en la película de 1914 ‘Cabiria’ (dirigida por Giovanni Pastore y escrita por Gabriele D’Annunzio), se proyectará en la entrada del Coliseo para dar la bienvenida a los visitantes a la exposición”, dice un comunicado de prensa.
La exposición a gran escala ocurrirá hasta el 29 de marzo de 2020.
El antiguo estadio romano fue declarado “lugar sagrado” en 1749 por el Papa Benedicto XIV en la política oficial de la Iglesia. Más tarde, se instalaron estaciones de la Cruz, que representan imágenes de Jesucristo en el camino a la cruz, acompañadas de oraciones.
Muchos cristianos estaban indignados de que una representación del dios pagano estuviera a las afueras de un lugar donde los seguidores de Jesús fueron brutalmente torturados y asesinados, informa Life Site News.
“Estábamos muy emocionados el día que decidimos ir al Coliseo”, dijo Alexandra Clark. “¡Pero cuando llegamos allí, la vista que nos recibió fue horrible! Lo que estaba en guardia frente a la entrada era la colosal estatua pagana de Moloc, que se colocó en ese lugar privilegiado para todos los que ingresan al Coliseo tuve que pasar por eso”.
Alexandra confesó que tenía la sensación de que parecía que la estatua había sido colocada allí para burlarse de donde los mártires fueron masacrados.
En la Biblia a lo largo del Antiguo Testamento, Dios habla con disgusto acerca de adorar a Moloc, particularmente por los sacrificios de niños como una ofrenda. En Levítico, Moisés escucha la condena de Dios a los que adoran a Moloc.
“Habló Jehová a Moisés, diciendo: Dirás asimismo a los hijos de Israel: Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá; el pueblo de la tierra lo apedreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón, y lo cortaré de entre su pueblo, por cuanto dio de sus hijos a Moloc, contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre”, Levítico 20:1-3.