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La resurrección: una creencia que importa

Por: Mendoza Daniel
La resurrección: una creencia que importa
Fecha: Lunes, 24 de abril del 2017 ID: 201700000327

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1 Cor 15:12 ¿Cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?

Sin la verdad de la resurrección, la fe cristiana no tendría sentido.

Aunque Pablo y los otros apóstoles hicieron de la resurrección de Cristo y sus seguidores una parte central del mensaje del evangelio, algunos gentiles nuevos convertidos (especialmente los corintios) tenían dificultades para aceptar la idea de la resurrección. Esa lucha surgió principalmente por los efectos del dualismo griego que veía lo espiritual como inherentemente bueno y lo físico como inherentemente malo. Bajo esa creencia, una resurrección física fue considerada bastante repulsiva.

La única manera para los dudosos gentiles de acomodar su dualismo era decir que Jesús era divino pero no verdaderamente humano. Por lo tanto, Él sólo aparentó morir y sus apariciones entre la crucifixión y la ascensión fueron manifestaciones que simplemente parecían ser en cuerpo. Pero Pablo sabía que esa era una mala doctrina. Él le escribió a los Romanos: “acerca de su Hijo,…del linaje de David según la carne, que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos” (Rom 1:3-4)

El negar la resurrección real del cuerpo de Cristo crea problemas doctrinales muy importantes. Sin Su resurrección, el evangelio es un mensaje vacío que no tiene sentido. Sin la Resurrección, Jesús no hubiera podido conquistar el pecado y la muerte y por lo tanto nosotros tampoco podríamos haber seguido en esa victoria.

Sin la resurrección física, una vida de fe centrada en el Señor Jesús no valdría nada. Un salvador muerto no puede proveer ningún tipo de vida. Si los muertos no resucitan, Cristo tampoco resucitó y nosotros tampoco. Si todo eso fuera cierto, no podríamos hacer más que concluir como el siervo de Isaías: “Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas” (49:4) Pero la verdad gloriosa, es que podemos afirmar como Job: “Yo sé que mi Redentor vive,…en mi carne he de ver a Dios” (Job 19:25-26)

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

1 Tesalonicenses 5:9 (RVR 1960)

Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Palabras Claves: John MacArthur Devocionales

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