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Lo contrario a la avaricia

Por: Mendoza Daniel
Lo contrario a la avaricia
Fecha: Miércoles, 08 de febrero del 2017 ID: 201700000047

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Heb 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.

Si estás contento con lo que Dios te ha dado, no serás una persona codiciosa o un amante del dinero.

Una vez vino un hombre a mi oficina en la iglesia y confesó el pecado de gula. Cuando le dije que no se veía con sobrepeso me dijo: “lo sé, no es que coma mucho, sino que quiero, continuamente se me antojan los alimentos, es una obsesión”

La avaricia es muy similar a la actitud voraz de ese hombre. No tienes que adquirir muchas cosas o incluso nada en absoluto para ser codicioso. Si deseas adquirir cosas y estás enfocando toda tu atención en cómo puedes conseguirlas, eres culpable de avaricia.

No está mal ganar o poseer riqueza. En el Antiguo Testamento, Abraham y Job tuvieron tremenda riqueza. Muchos fieles en el Nuevo Testamento también eran ricos. El problema viene cuando tenemos una actitud codiciosa que ansía el dinero por encima de todo. Pablo nos advierte: “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Tim 6:10) El amar al dinero es quizá la forma más común de avaricia, es similar a codiciar las riquezas materiales en diversas formas.

No importa cómo parezca, este tipo de avaricia produce el mismo resultado espiritual: desagrada a Dios y nos aleja de Él. Más ingresos, una casa más grande, mejor ropa, un coche más elegante nos pueden tentar a todos.

Pero el Señor quiere que seas libre del materialismo que controla tan fácilmente a tus vecinos inconversos. Tus posesiones terrenales son solamente temporales de todos modos. Todos los perderás un día muy pronto. Así que Dios nos dice a ti y a mí que “estemos contentos con lo que tenemos ahora” (Heb 13:5) dándonos cuenta de que tenemos “una mejor y perdurable herencia en los cielos” (10:34)

Por John MacArthur

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

Hebreos 8:12 (RVR 1960)

Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.

Palabras Claves: DevocionalesAmor al dinero AvariciaJohn MacArthur

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