Maine se enfrenta a una epidemia de suicidio y sobredosis. Pero la gobernadora Janet Mills, se niega a hacer lo único que está estadísticamente probado para detener esta epidemia: abrir las iglesias de Maine.
Liberty Counsel está luchando en los tribunales de todo Estados Unidos y ante la Corte Suprema, para liberar a las iglesias de las órdenes y restricciones inconstitucionales de cierre de iglesias. Algunos de los pastores y feligreses aún enfrentan amenazas de cárcel y multas por simplemente asistir a la iglesia.
Maine, que sigue teniendo las peores restricciones eclesiásticas del país, se enfrenta a una epidemia de muertes. Pero esas muertes no provienen del virus. Esas muertes son el resultado de los bloqueos de COVID de Mills.
Recientemente el fiscal general de Maine, Aaron Frey, lamentó la tasa de sobredosis de drogas que se disparó en el estado: 2020 fue el peor año en la historia de sobredosis en Maine.
Maine perdió 7,4 personas por cada 100.000 a causa de COVID el año pasado, según datos de los CDC. Pero a medida que Mills continuó manteniendo las iglesias cerradas, las tasas de sobredosis comenzaron a dispararse.
Para fines de 2020, el aumento en las muertes por sobredosis en Maine, superó las muertes por COVID en 3 a 1, con 29.9 personas por cada 100,000 muriendo debido a adicciones mortales.
Y esos números siguen aumentando. Frey dijo a los periodistas que la causa más frecuente de muerte entre los habitantes de Mainers en enero de 2021 fue el opioide mortal fentanilo.
Si bien las cifras de suicidios en todo el estado para 2020 aún no están disponibles, esas tasas también se están disparando … especialmente entre los ciudadanos de Maine de 18 a 24 años.
“La tasa de intentos de suicidio, especialmente entre los adolescentes, se ha disparado”, dijo la Dra. Mary Ottolini, presidenta de pediatría del hospital infantil del Centro Médico Maine de Portland.
Mills está restringiendo la única entidad que puede ayudar: la iglesia. La solución propuesta por Frey es más del mismo trato severo que contribuyó a muchas de estas sobredosis en primer lugar. Frey dijo a los periodistas que las comunidades deben “controlar la pandemia de COVID-19 y eliminar las barreras al tratamiento y apoyo”.
Las iglesias y los centros de adicción basados en la Biblia, como el que dirige Calvary Chapel of Bangor, el programa Calvary Residential Discipleship, han tomado todas las medidas posibles para mantener a su gente segura y saludable.
Los hombres y mujeres jóvenes del programa quieren reunirse porque los beneficios combinados de la Biblia y la oración colectiva son las claves de la sobriedad, que ha liberado a tantos graduados de la agonía de la adicción.
Mills primero prohibió toda asistencia a la iglesia. Los negocios comerciales, las fábricas de abortos y las licorerías permanecieron abiertas y casi sin restricciones, pero las iglesias estaban prohibidas.
Los centros de tratamiento de adicciones podían reunirse con cualquier número de participantes, pero en el momento en que se abrió una Biblia o se predicó un sermón, esa reunión violaba la orden de cierre de Mills.
Mills luego alivió algunas restricciones, permitiendo que las iglesias y los grupos de adicción basados en la Biblia se reúnan en pequeñas cantidades … pero estas restricciones siguen siendo tan severas que el programa de discipulado de Calvary Chapel todavía no puede cumplir sin violar la ley.
Maine tiene las peores restricciones para las iglesias en el país, ahora que Liberty Counsel forzó el fin de los cierres de iglesias en California. Pero las iglesias de Maine están severamente limitadas en el número de personas a las que se les permite adorar.
Sin embargo, los estudios muestran que el único segmento de la población estadounidense que no lucha contra la depresión son los feligreses habituales.
¡Los feligreses habituales son el único segmento de la población de EE. UU. Que ha informado que su salud mental “mejoró” durante 2020!, informó Charisma News.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com
