Roman*, un musulmán de Kazajistán, solía perseguir a los cristianos y desafiar su fe. Para él, los musulmanes que se convertían al cristianismo eran "traidores", hasta que fue tocado por el Dios verdadero en un servicio cristiano.**
A Roman le gustaba confrontar y perseguir a los cristianos durante el Ramadán, para tratar de generar dudas y desafiar la fe cristiana.
El año pasado, Roman decidió mostrar su devoción al islam de una manera más expresiva durante “el mes sagrado”. Planeaba asistir a un servicio en una iglesia cristiana para causar gran confusión y confrontar la fe cristiana de los "traidores".
“Fui a esa iglesia cristiana durante el Ramadán porque me consideraba un musulmán devoto. Quería demostrarle mi fe a Alá”, informó Roman. El hombre entró en la iglesia y se sentó, planeando causar un alboroto. Pero cuando comenzó el servicio y el pastor comenzó a hablar, Roman no pudo levantarse para enfrentar a los cristianos. Las palabras del pastor que escuchaba lo conmovieron profundamente.
“Por primera vez, escuché acerca de un Dios que me amaba. Nunca supe que el Dios Todopoderoso me amaba, aunque no soy perfecto. Ese pensamiento (de ser amado, incluso siendo perfecto) nunca pasó por mi mente. Siempre me sentí culpable. Sentí que tenía que llamar su atención”, dijo Roman.
El mensaje de un Dios que ama, perdona y es misericordioso ganó el corazón del perseguidor ese día. Y lo que Roman nunca imaginó sucedió: se encontró llorando, arrepintiéndose, abrumado de gozo, recibiendo a Jesús como su Señor y Salvador en una iglesia cristiana.
El hombre que dedicó su vida a perseguir a los cristianos, acababa de convertirse en un seguidor de Cristo. Desde el año pasado, Roman ha experimentado una nueva vida en Jesús. "No quiero volver nunca a la fe musulmana", concluye.
(*) Nombre modificado por razones de seguridad
(**) Con recursos de Portal Guiame / Imagen referencial
*Noticia extraída de Impactoevangelistico.net