Este fin de semana el Parlamento de Portugal decidió aprobar la ley de la eutanasia para mayores de 18 años. La despenalización de la muerte asistida por médicos, eutanasia, conto con el apoyo del Bloque de Izquierda, PAN, Iniciativa Libero, ENP y diputados PS y PSD.
La aprobación en el Parlamento, era el último peldaño para sacar adelante la normativa, en un país donde muere una persona cada cinco minutos por la pandemia del coronavirus, según ABC.
La normativa fue aprobada por 136 votos a favor y cuatro abstenciones. Es decir, 78 diputados votaron en contra, entre ellos los de CDS, Chega, PCP y algunos de PSD y PS.
La nueva ley contempla que las personas mayores de 18 años pueden solicitar la muerte asistida, por medio de un médico, en caso de enfermedades mentales, situación de sufrimiento o con padecimiento de una enfermedad incurable.
De igual manera, el médico del paciente tendrá que asegurarse de la voluntad de poner fin a sus días en presencia de testigos.
La muerte asistida se practicará en centros del servicio nacional de salud o en otro lugar que seleccione el paciente.
Esto siempre y cuando disponga de “condiciones clínicas y confort adecuados”, precisa la ley.
La controvertida sesión se produjo después que la Federación Portuguesa por la Vida recogiera miles de firmas desde hace casi un año y después que la regulación pasará por varias comisiones parlamentarias.
“La muerte es un sufrimiento, mucho más para quien se queda que para quien parte. Por eso pregunto, ¿debemos nosotros, para evitar nuestro sufrimiento psicológico, imponer un sufrimiento físico a quien no quería padecerlo? Pienso claramente que no”, dijo el legislador, André Coelho Lima, durante el debate.
“No es aceptable colocar la eutanasia cuando el Sistema Nacional de Salud está tan frágil”, expresó Claudia Bento.
Para la próxima semana está previsto enviar la ley al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, para su debido análisis.
El mandatario quien recién fue electo para su segundo mandato de cinco años, tendrá en sus manos la decisión de vetar, remitir a la Corte Constitucional o promulgar, la polémica ley.
De promulgarse la nueva ley de esta forma Portugal se convierte en el cuarto país de Europa y el séptimo del mundo en despenalizar la eutanasia.
Es “un revés cultural sin precedentes, caracterizado por la absolutización de la autonomía y la autodeterminación de la persona”, fue el pronunciamiento de la Conferencia Episcopal de Portugal.
*Noticia extraída de Noticiacristiana.com
