Jeringas usadas para inyectarse heroína, un montón de excremento entre dos autos estacionados, sustancias amarillentas y podridas que salen de enormes bolsas de plástico, esa es la descripción de un distrito habitado por transexuales.
La escena podría recordar a cualquier tipo de miseria en una nación tercermundista; sin embargo, se trata de un distrito de San Francisco, la capital de la industria tecnológica de Estados Unidos.
Según The Daily Beast, el distrito de Compton, Tenderloines, es considerado el lugar “perfecto” para que las personas aprendan sobre el transgenderismo y su historia. Con una vida liberal y compleja, los actuales habitantes transmiten a través de nigth clubs y bares queen, enseñanzas LGTB a las generaciones más jóvenes.
Curiosamente, las autoridades, quienes también son transexuales, califican la localidad como un área de “cultura y valor”, considerando que, si los vecinos no comparten sus ideales, serían desalojados o hasta acusados legalmente por no colaborar con la comunidad.
"No os engañéis. Ni los impuros, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales (...) heredarán el Reino de Dios" (1 corintios 6:9-10). Hoy es un distrito, mañana puede ser todo un país. ¡Dios tenga misericordia!
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