PAKISTÁN. – Un crimen brutal contra miembros de la comunidad cristiana que vive en Pakistán, esta vez, fue reconocido y castigado por las autoridades del país. Se trata de un caso ocurrido hace cinco años, cuando una mujer cristiana embarazada de cuatro meses y su marido fueron quemados vivos por musulmanes.
La pareja cristiana, identificada como Shama Bibi, de 24 años, y Sajjad Maseeh, de 27 años, fueron acusados de blasfemia en la ciudad de Kot Radha Kishan, a 60 kilómetros al sureste de Lahore en 2014. En la ocasión, un grupo de musulmanes instigó a una multitud de otros extremistas a retar a la pareja, golpeándolos.
No satisfechos, los musulmanes cogieron a la mujer y la enrollaron en algodón, para luego prenderle fuego. En aquel momento, ella estaba embarazada de cuatro meses. De manera similar, su marido también fue quemado. Pero esto no dejó satisfechó a los radicales musulmanes, así que lanzaron a la pareja a un horno de fuego usado para fabricar de ladrillos. Una multitud de unos 100 musulmanes de la provincia de Punjab fueron testigo del hecho despiadado contra la pareja cristiana que tenían dos hijos y dos hijas.
Durante estos años el caso fue aplastado por la Justicia de Pakistán, hasta que el pasado 16 de mayo salió una sentencia, condenando a tres musulmanes a muerte por el asesinato de los cristianos. Otros dos musulmanes fueron absueltos.
La acusación de “blasfemia” ha sido señalada como un grave problema jurídico en Pakistán, ya que muchos extremistas utilizan esa acusación como forma de persecución religiosa.
La cristiana Asia Bibi, que pasó casi diez años en una prisión en Pakistán, también fue acusada injustamente de blasfemia, después de tomar agua en el mismo recipiente de un grupo de mujeres musulmanas y por testificar de su fe cristiana.
Asia Bibi fue absuelta de los cargos y actualmente vive con su esposo y cinco hijos en Canadá como refugiados, debido a las amenazas de muerte que aún existen contra ella y su familia.