Muchos de nosotros estamos familiarizados con los símbolos cristianos típicos como la cruz o el pez. Sin embargo, es probable que no sepas que el símbolo del ancla también era muy popular entre los cristianos de los primeros siglos.
Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo.