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David Livingstone tuvo una infancia difícil trabajando en una fábrica desde los 10 años. Esto no impidió que lograra matricularse para estudiar medicina. Su padre además le animó desde muy niño a entrar en el ministerio.
Siendo joven se unió a la Sociedad Misionera Londinense mientras continuaba sus estudios de medicina. Convertido ya en teólogo y médico, iba a ser enviado a China, envío que no se pudo cumplir por la Guerra de Opio. Este cambio de planes lo llevó a aceptar una misión en Ciudad del Cabo en 1841.
Al ver ya a muchos misioneros en la zona decidió aventurarse hacia el norte al inexplorado territorio de África Central. Durante estos primeros años se dedicó a aprender la lengua y las costumbres de los nativos.
Estaba obsesionado con la idea de encontrar rutas y caminos que llevaran misioneros al continente. De esta forma se convirtió en explorador. En 1856 viajó por el río Zambeze, fue el primer europeo en ver las Cataratas Victoria y en cruzar todo el ancho del sur de África. Cruzó el continente africano durante tres períodos de 1852 a 1856, de 1858 a1864 y de 1866 a 1873. Sus muchos años dedicados a la exploración obligaron a los cartógrafos de la época a redibujar todos los mapas de África. Siempre ofrecía atención médica a los nativos y defendía sus derechos ante los colonos europeos.
En 1873, fue encontrado de rodillas junto a su cama. Murió mientras oraba.