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Girolamo Savonarola nació en Ferrara, Italia, el 21 de septiembre de 1452.
En sus primeros escritos de adolescente, Savonarola ya evidenciaba su carácter recio y franco. Encontró insoportable el paganismo humanista que corrompía los modales, el arte, la poesía y la religión misma. Él vio como la causa de esta corrupción que se extiende a un clero despiadado incluso en los niveles más altos de la jerarquía de la iglesia.
El 24 de abril de 1475, abandonó la casa de su padre y sus estudios médicos, en los que se había embarcado después de graduarse en artes, para ingresar a la orden dominicana en Bolonia. Al regresar a Ferrara cuatro años después, enseñó las Escrituras en el Convento degli Angeli. El estudio de las Escrituras, junto con las obras de Tomás de Aquino, siempre fueron su gran pasión.
En 1482, Savonarola fue enviado a Florencia para ocupar el cargo de profesor en el convento de San Marco, donde ganó una gran reputación por su enseñanza y ascetismo.
Sin embargo, fue su predicación la que lo catapultó a la popularidad entre los ciudadanos de Florencia. Frecuentemente, desde la catedral en Florencia, Savonarola predicaba a sus oyentes en su propio idioma vernáculo usando vívidas imágenes y un lenguaje particularmente sencillo adornado por una gran elocuencia y pasión.
Anunció la gracia salvadora de Cristo con una base bíblica sólida mientras lanzaba fuertes críticas a las prácticas inmorales de los líderes políticos y eclesiásticos de la ciudad y de la Iglesia de Roma.
Su predicación influyente, junto con algunos eventos extraordinarios fuera del control de Savonarola, como la invasión sorpresa del rey francés a Italia, elevaron súbitamente su influencia en Florencia.
Carlos VIII, el rey francés invade Florencia en 1494 y expulsa a la familia Médici, quienes gobernaban la ciudad. Girolamo Savonarola, tras la expulsión de los Médici, surge como el líder de la ciudad.
De 1494 a 1498, Savonarola promovió un dramático y controversial cambio político y social en la ciudad. Su predicación se volvió mucho más profética y virulenta.
Durante este tiempo comenzó a enfatizar fuertemente en el regreso de Cristo, como consecuencia llamó a Florencia a vivir como una nueva Jerusalén. Su reforma moral llevó a una reorganización política que fue recibida con entusiasmo por los florentinos. Savonarola buscaba establecer una “república cristiana” en la ciudad.
Hacia la cúspide de estos cambios, Savonarola organizó a los jóvenes de Florencia para modelar e incitar una reforma, promoviendo varias “Hogueras de Vanidades” como protesta contra el carnaval anual de Mardi gras. Estos jóvenes incitaban a los ciudadanos a destruir instrumentos de tentación como máscaras de carnaval, cartas de juego, vestidos caros, maquillaje, espejos, incluso instrumentos musicales y hasta obras de arte. La última de estas ocurrió en la Plaza de la Señoría en el centro de Florencia el 7 de febrero de 1497, meses antes de que el Papa Alejandro VI (1431-1503) excomulgara a Savonarola.
Después de su excomunión, el conflicto de Savonarola con el Papa Alejandro VI se encendió más cuando el papa logró interceptar algunas cartas que Savonarola había enviado a los reyes de Francia, Inglaterra, España, Hungría, y al emperador de Alemania, pidiéndoles llamar a un concilio eclesiástico para destituir al papa por sus abusos.
El 13 de mayo de 1497, Savonarola fue expulsado de la Iglesia. Finalmente el papa ordenó su arresto y ejecución.
El 8 de abril de 1498, una delegación del ejército del papa entró en Florencia, mientras la ciudad no oponía resistencia. Savonarola y los suyos acabaron siendo detenidos.
Poco después, Savonarola, acusado de herejía, rebelión y errores religiosos, fue conducido a la prisión de Florencia. Durante cuarenta y dos días se le sometió a tortura.
El día fijado para su ejecución fue llevado hasta la Piazza della Signoria junto con sus dos seguidores más fieles. A los tres se les quitó la ropa, fueron tratados como herejes y entregados al brazo secular para su ejecución. Fueron estrangulados en el garrote vil antes de ser arrojarlos a la hoguera. Este hecho se dio el 23 de mayo de 1498.