Walt Heyer, al igual que otros transexuales, creía que había alcanzado la felicidad al someterse a un cambio de sexo. Hoy, después de un tiempo y movido por la fe cristiana, lamenta su decisión advirtiendo a la comunidad LGBT, pensar bien las decisiones que puedan tomar.
Las dudas en la vida de Heyer, según relata Daily Mail, comenzaron desde pequeño, cuando su abuela comenzó a vestirlo de niña. Más tarde, sus padres también aportaron a la incertidumbre sexual cuando en su adolescencia lo comenzaron a proteger de sobremanera. Fue así como, después de 40 años, Heyer pasó de ser Walter Heyer a ser Laura Jensen.
Un duro cambio físico, pero más aún en lo social, pues debió separarse de su esposa. En una entrevista para CBN News, Heyer mencionó que sus expectativas al tener una vida plena después de las cirugías no se llegaron a concretar. "La cirugía no reparó nada, sólo enmascaró los problemas más profundos de mi alma", menciona Heyer.
A través del tiempo, Walt encontró la paz en una congregación cristiana que, con mucho amor, le extendieron el mensaje de salvación. Actualmente, Walt Heyer, está lanzando un libro, con relatos de unos 30 ex transgéneros que se arrepintieron de haber hecho la transición de su propia sexualidad.
Imparte charlas y consejerías. Desempeñándose como un fiel cristiano, extiende siempre una invitación hacia la única solución, Cristo.