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Devocional: Abundancia sin gratitud

Por: Mendoza Daniel
Devocional: Abundancia sin gratitud
Fecha: Martes, 31 de octubre del 2017 ID: 201700001231

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Salmo 100:1-5  Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Aunque hayamos experimentado altibajos financieros en los últimos tiempos, (algunos de ellos importantes) sin embargo nos beneficiamos de un nivel sin precedentes de abundancia. Nunca en la historia humana ha vivido tanta gente en el tipo de comodidad y seguridad que vivimos hoy. La cultura americana es líder en lujo. Muchas familias tienen sus cocheras llenas de coches, una casa llena de electrodomésticos modernos (muchos de ellos dedicados al entretenimiento), un closet lleno de ropa y un refrigerador lleno de comida. Desafortunadamente, en estos días de abundancia y riqueza, tendemos a ser ingratos e incluso presuntuosos. En lugar de agradecer a Dios, desarrollamos un espíritu de “merecedores”.

Por favor no malentiendas. La abundancia no es pecaminosa. La Escritura describe a varias personas que fueron tanto ricas como piadosas como Abraham, Job, José, David, Salomón, Josías, Barnabas, Lydia, etc… pero también encontramos a algunos que se enamoraron de sus riquezas y perdieron de vista al Señor y Su derecho de gobernar sus vidas. No hay nada de malo con tener lindas cosas, pero el problema comienza cuando las cosas lindas nos tienen a nosotros. Un espíritu de “merecedor” puede rápidamente opacar una actitud generosa y humilde. El Salmo 100 es una canción de celebración que puede ayudarnos a restaurar un espíritu agradecido y una actitud gozosa.

Al ver este salmo tres preguntas me vienen a la mente:

1.- ¿A quién va dirigido? Los versículos del 1 al 5 declaran que la intención es que toda la tierra cante. El salmo 100 es para todos, todas las naciones, todas las culturas, todas las edades, todas las etapas. Su mensaje es universal, para que todos lo escuchen y lo apliquen.

2.- ¿De quién habla? Los versos 1-3 junto con el verso 5 nos dan la respuesta. El salmo 100 habla del Señor. Su nombre aparece no menos de cuatro veces en cinco versículos. Una de esas veces declara ser Dios mismo. Este salmo dirige nuestra atención a YHWH, el nombre personal del antiguo testamento de Dios. No puedes apreciar el salmo 100 o aplicar su mensaje si no conoces a Aquél de quien habla. Entre más te familiarices íntimamente con el Todopoderoso, infinito Creador, más profundo esta canción resonará en un alma agradecida. Ser agradecido, verdaderamente agradecido, comienza con una relación correcta con el Dador de todo.

3.- ¿Cómo está arreglado? Los salmos fueron escritos originalmente como himnos, tienen forma poética. Las letras hebreas no riman igual que nuestra poesía, los salmos siguen un cierto estilo, un metro o ritmo. Cada salmo es independiente de los demás. Como los himnos  en nuestros días, cada uno tiene un mensaje y arreglo diferente. Esta canción en particular incluye siete mandatos. El himno concluye con un verso final que resume el carácter de Dios, dándonos una razón convincente de obedecer los mandatos.

Por Charles Swindoll

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons.

2 Corintios 6:14 (RVR 1960)

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

Palabras Claves: Charles Swindoll Reflexiones

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