Efe 2:8-9 porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe.
Después de que Cristo declaró ser enviado de Dios, algunos trataron de medirlo llegado a la conclusión de que Él no era un buen hombre. Pero otros creyeron en Él “Y muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace?” (Jn 7:31) Toda la evidencia estaba ahí. Algunos eligieron creer, otros no. La gente hace lo mismo hoy en día. La fe es una elección. Nosotros elegimos creer o no creer.
La fe es el principio operante de la vida. Es el medio por el cual nos relacionamos con Dios y vivimos nuestras vidas en libertad. Mira las formas tan variadas en las Escrituras por las cuales la fe afecta nuestras vidas.
Primero: somos salvos por fe (Efe 2:8-9)
Segundo: andamos por fe, no por vista (2 Cor 5:7)
Tercero: el ser fundados en la fe es un requisito para el ministerio “doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel poniéndome en el ministerio” (1 Tim 1:12) Pablo añade después: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Tim 2:2) Esto va más allá de ser confiable ya que una persona puede ser confiable en algo asignado y no ser un creyente. El ingrediente extra en la gente fiel es que ellos conocen la verdad y pueden ser contados como confiables.
Cuarto: la calidad de cualquier relación se determina por la fe o la confianza. “Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?” (Prov. 20:6). Las palabras fe, confianza y creer son la misma (pistis) en la lengua original. El hombre que tiene fe, cree en algo. El que cree, también confía o realmente no está creyendo. No hay un concepto que afecte tanto la vida, que la fe, ya que lo que creemos determina cómo vivimos.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, afirmo que no puedo complacerte sin fe, hoy decido creer en Ti y confiar en Tu nombre, en Cristo Jesús, amén.
