Mat 5:1-2 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo
El ministerio de Jesús incluyó enseñanza, predicación y sanidad. Dondequiera que Él iba generaba gran entusiasmo y controversia. Generalmente grandes multitudes de personas le seguían cuando iba en las regiones de Judea y Galilea. Miles venían buscando sanidad, muchos venían a burlarse y otros venían en busca de la verdad.
En una ocasión Jesús dio Su primer mensaje: El Sermón del Monte (Mat 5-7) en el cual proclamó un nivel de vida opuesta a los estándares de sus tiempos (y nuestros). Valientemente denunció las prácticas hipócritas y rituales de los líderes religiosos judíos, enseñó que la verdadera religión es cuestión del corazón y mente. La gente actúa de acuerdo a lo que les guía el corazón (Luc 6:45) así que la clave para transformar el comportamiento es transformar la forma de pensar.
En el principio de Su sermón Jesús presentó unas bienaventuranzas (Mat 5:3-12) una lista de actitudes piadosas que muestra un verdadero creyente y que garantizan la verdadera felicidad. La palabra griega traducida como “bienaventurados” en esos versos habla de felicidad y contentamiento. El resto del sermón habla del estilo de vida que produce.
Jesús enseñó que la felicidad es mucho más que circunstancias favorables y emociones placenteras. De hecho, no depende necesariamente de las circunstancias. Se basa en el carácter de Dios mismo. A medida que tu vida manifiesta las virtudes de la humildad, dolor por el pecado, la mansedumbre, la justicia, la misericordia, la pureza de corazón y la paz, experimentarás la felicidad que ni aún la severa persecución puede destruir.
Al estudiar las Bienaventuranzas, pido que seas conformado más y más a las actitudes que ellas representan y que experimentes la verdadera felicidad en Cristo
Por John MacArthur
ORACIÓN
Señor quiero ser ministrado por Tu Palabra, prepárame para que haya un cambio de actitud en mi vida, en el nombre de Jesús, amén.