Efe 4:26-27 airaos, pero no pequéis, no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
Supongamos que tienes las posibilidades de darle a tu hijo lo mejor. ¿Qué clase de padre serías? ¿Cuál sería tu papel en determinar lo que tu hijo debe ser y hacer? Quizá seas tentado a responder como los padres de una joven llamada Jill.
Los padres de Jill eran profesionales en la alta tecnología y se decían cristianos. Jill siempre tuvo la oportunidad de ser la mejor. Impulsada por sus padres a la perfección, sus calificaciones siempre fueron de las más altas. Sus padres querían que ella fuera a la universidad que ellos habían asistido y se uniera a la hermandad de su madre, pero ella quería ir a una Universidad Cristiana.
Cuando Jill llegó a mi oficina llegó anoréxica, luchando con su vida planeada, y había estado cortándose. Al hacer una lista de la gente que necesitaba perdonar, sus padres estaban en primer lugar. Sus lágrimas comenzaron a rodar lentamente al principio, “Señor, perdono a mi padre por nunca considerar lo que a mí me gustaría hacer en mi vida” entonces se abrieron las compuertas y fue capaz de encontrar su libertad en Cristo. Las voces pararon, dejó de cortarse y tuvo paz en su mente. El componente espiritual de su problema fue resuelto.
Pronto, el componente relacional fue también resuelto. Guiado por su consejero, Jill llegó a un acuerdo con sus padres. Ella asistió a la universidad de sus padres durante un año y luego fue transferida a la universidad cristiana con su bendición.
No estoy diciendo que padres controladores causan que sus hijos tengan problemas espirituales. Pero padres que no han aprendido a hablar la verdad en amor y expresar su enojo sin pecar, pueden darle al diablo una oportunidad de entrar a su familia (Efe 4:25-27) Y si tú y tus hijos no aprenden a llevarse unos con otros y perdonarse en el confinamiento estrecho de una relación de familia, puedes darle a Satanás ventaja (Col 3:13, 2 Cor 2:10-11) Y si no te humillas, sacas tus ansiedades en el Señor y adoptas una posición de alerta y de un espíritu sobrio, puedes ser devorado por tu adversario el diablo (1 Ped 5:8)
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Señor, ayúdame a ser honesto y genuino ante mi familia, permitiéndoles ser lo que Tú les has creado para ser, en el nombre de Jesús, amén.