Mateo 25:21 Y su señor le dijo: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Era extraño que Jesús dijera: "Busca a un hombre que lleve una jarra de agua". En Judea los hombres no iban a buscar agua; ese era el trabajo de la mujer. Pero los discípulos ya estaban acostumbrados a las rarezas de Jesús, por lo que lo hicieron sin discutir.
También es extraño que el hombre llevara el agua. ¿Cómo terminó haciendo esa tarea? Quizás su patrón lo había arreglado de antemano con Jesús para llevar a los discípulos a su casa de manera segura y secreta: ‘Busca a uno de mis sirvientes que lleva una jarra de agua y síguelo a casa’, podría haber dicho. O quizás no hubo ningún acuerdo y Jesús simplemente supo el futuro y lo usó.
Una cosa está clara: por más extraño que fuera, el hombre con la jarra de agua estaba haciendo su trabajo. Y gracias a eso, el plan de Jesús funcionó perfectamente. Los discípulos llegaron a la casa segura, prepararon las cosas y Jesús y sus seguidores tuvieron una última cena en paz antes de la traición, arresto y crucifixión.
Nosotros también tenemos la oportunidad de ser fieles en las pequeñas cosas de la vida: sacar la basura, poner gasolina al automóvil, reemplazar el papel higiénico cuando se termina. Estos son actos de servicio tan pequeños que, por lo general, no pensamos en ellos. Sin embargo, pueden ser una gran cosa cuando Jesús los usa en su servicio. Así es como él nos honra: dándonos un rol para jugar en sus planes, un rol que implica un servicio fiel, incluso cuando nos parezca tedioso o vergonzoso. El que nos sirvió a costa de su propia vida nos permite servir a otros, y a él.
ORACIÓN: Querido Padre, gracias por las muchas personas que te sirven fielmente y son una bendición en mi vida. Amén.
PREGUNTAS DE REFLEXIÓN:
¿Con qué pequeños actos de servicio quienes te rodean demuestran su fidelidad?
¿En qué área(s) de tu vida quieres pedirle a Dios que te ayude a servir fielmente?