Juan 15:11-17 Jesús manda a sus discípulos a amarse los unos a los otros. Los llama Sus amigos, y con esa relación ellos pueden pedir lo que deseen y se les dará.
La relación te da el acceso que los que piden y piden sueñan tener.
John F. Kennedy es uno de los pocos presidentes de Estados Unidos que ha tenido hijos pequeños en la Casa Blanca. Un fotógrafo famoso mostró a Kennedy en la Oficina Oval en una reunión con sus consejeros… todo en la foto se ve como una reunión de negocios y muy profesional, excepto por la carita del pequeño John que se asomaba debajo del escritorio de su papá. Diariamente trataban asuntos importantes. Altos niveles de seguridad y protocolos estrictos protegían al presidente de intrusos cada día. Aún así el pequeño John siempre tenía acceso a su padre, el hombre más poderoso en el mundo occidental.
Muchos sueñan con el acceso a ricos y poderosos, pero pocos lo logran. Los que lo hacen generalmente pasan años preparándose y posicionándose para ello. La relación triunfa sobre la preparación y la posición. También te da acceso íntimo que aún los talentosos “foráneos” solo pueden envidiar.
En Juan 15:12 Jesús dice: “No los llamaré más siervos, porque los siervos no saben lo que su amo hace, pero los he llamado amigos, porque todo lo que he escuchado de Mi Padre se los he dicho”. Amigo es un nivel diferente de relación que siervo. Ser llamado amigo, es que eres conocido y escogido. Nuestra amistad con Jesús nos da acceso al nivel de intimidad desconocido por los que no tienen una relación con Él.
Jesús es más que nuestro amigo, también es nuestro Hermano Mayor. La Biblia dice que somos herederos de Dios y coherederos con Cristo. Esto significa que somos familia. Nuestra relación como familia nos da el acceso que nadie de afuera de la familia disfruta. Esta es la razón porque Jesús enseñaba en parábolas a la gente pero solo explicaba sus enseñanzas con detalle a sus discípulos. Es también por eso que prometió que todo lo que pidieran al Padre en Su nombre, ellos lo recibirían. Su relación con Él les dio una autopista a Su corazón y mente.
Si estás en Cristo, lo mismo es para ti. Tú ya tienes una relación que te da acceso íntimo a Jesús. Esta intimidad te da una gran influencia en las cortes celestiales. Quédate cerca de las cámaras internas. Prosigue en recibir la llenura de la intimidad que te pertenece si lo pides. ¡Adora a tu Rey y ponte en la autopista!
Por Tommy Tenney
