2 Crónicas 20:1-20 Josafat trae delante del Señor la amenaza de un enemigo. El Señor le asegura a Josafat que Él peleará la batalla por ellos.
Una vez que estás en la presencia del Rey, la batalla está prácticamente terminada.
El Rey ya ha peleado y ganado tus batallas.
¿Te cansas de batallar diariamente con nuevos problemas y nuevos enemigos? La guerra espiritual es una parte inevitable de la vida cristiana. Afortunadamente para nosotros, nuestro Rey es también un guerrero poderoso, no tenemos que enfrentar nuestras batallas solos, de hecho, Él ya las ha ganado por nosotros, solamente las tenemos que reclamar.
El Rey puede ser un guerrero, pero en sus cámaras hay paz.
Todo soldado necesita tiempos de refrigerio, un puerto seguro donde pueda encontrar paz y descansar por un rato. Para los creyentes, esto significa acercarse al corazón de Dios, recreándose en Sus cámaras interiores. Es aquí, en el lugar de la adoración e intimidad donde nuestras batallas son ganadas o perdidas antes de que las libremos. Muchas de nuestras batallas se llevan a cabo fuera de la corte. Cuando vamos a las cámaras interiores del Rey dejamos nuestras armas y armadura afuera, no son necesarias en la presencia del Rey. Cuando adoramos para entrar en la presencia del Rey, Él toma nuestras batallas y las gana por nosotros.
El rey de Judá tenía un problema. Una gran armada estaba en camino para atacar al reino. Josafat fue delante de la gente y se humilló y adoró al Señor. Él dejó la situación apelando la ayuda de Dios. El adoró hasta las cámaras de intimidad con el Señor. En respuesta, Dios le dijo al rey que llevara a su armada y se encontrara con el enemigo, y añadió “no necesitarán pelear esta batalla. Pónganse en posición y estense quietos y vean la salvación del Señor que está con ustedes…” El rey envió cantores delante de su armada. Tan pronto como comenzaron a cantar alabanzas al Señor. Dios volvió las armadas enemigas unos contra otros y ellos mismos se destrozaron. Esta batalla fue ganada en el lugar de la adoración.
El mismo Dios quien peleó por Josafat también peleará por ti. No temas el conflicto porque no estás solo. Adora mientras entras a sus cámaras internas y espera en Él. La batalla es del Señor.
Por Tommy Tenney
ORACION
Señor, gracias por pelear mis batallas. Enséñame a descansar en Tu presencia y en la verdadera victoria.
