Efe 6:4 y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
¿Qué son los padres, maestros de escuela dominical, encargados de jóvenes y pastores para hacer frente a las agresiones de Satanás en las mentes de nuestros hijos? Comencemos con lo que no podemos hacer.
Primero, no podemos esconder nuestras cabezas en la arena. Este no es el tiempo de responder con negación o pretender que nuestros hijos cristianos sean inmunes ante este tipo de problemas. Las actividades seductoras de Satanás están dirigidas a destruir la iglesia en este punto de vulnerabilidad: la familia. El enemigo está detrás de familias cristianas en general y de las familias de líderes cristianos en particular. La mitad de mis asesorías concernientes a la influencia demoniaca ha sido con líderes cristianos y sus familias.
Segundo, no podemos correr en temor. Recuerda: gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo, Satanás es un enemigo derrotado. La guerra en contra de la seducción de nuestros hijos es una guerra ganada. Si retrocedemos en lugar de avanzar perdemos terreno y lo cedemos al enemigo. Debemos ejercer nuestra autoridad en Jesucristo y reclamar Su victoria en las vidas de nuestros hijos.
¿Cómo podemos hacer eso?
Primero, debemos estar conscientes de la naturaleza espiritual del mundo en que vivimos. Nuestros hijos están creciendo en un mundo seductor. Muchas de las cosas que los rodean son influenciadas sutilmente por el Movimiento de la Nueva Era, el ocultismo y el satanismo.
Segundo, necesitamos entender cómo los padres y los estilos de crianza pueden ayudar o estorbar las resoluciones de los conflictos espirituales de los hijos. Si un hijo viene de un hogar disfuncional, sería inútil tratar su problema sólo enviándolo a su casa la cual causó su problema en primer lugar.
Tercero, necesitamos definir estrategias para proteger a nuestros hijos del ataque espiritual y ayudarlos a resolver sus conflictos espirituales. Esta es una guerra que podemos ganar y es una guerra que debemos ganar por el bienestar de nuestros hijos y por la causa de Cristo.
Por Neil Anderson
ORACIÓN
Querido Padre, mantenme alerta a la oposición espiritual y a las ataduras de mis hijos, equípame para ayudarles a apropiarse de Tu libertad, en el nombre de Jesús, amén.